«El espía inglés»: Un actor en estado de gracia

miguel anxo fernández

CULTURA

La versatilidad de Benedict Cumberbatch brilla en esta historia que peca de académica y previsible

13 nov 2021 . Actualizado a las 09:31 h.

Sorprende la versatilidad de Benedict Cumberbatch (y su hiperactividad, con más de 90 personajes en dos décadas), que igual viste al Dr. Strange de la franquicia Marvel como a Sherlock Holmes para la serie Sherlock, o da vida a un memorable Alan Turing en Descifrando Enigma (2014), como ahora al empresario Greville Wynne para El espía inglés. Estos dos últimos sus creaciones más complejas y mejor trabajadas, al margen de otros peajes a pagar delante de la cámara, muchas veces convertidos los actores en mercenarios con escasas opciones de lucirse, bien por guiones rutinarios, bien por directores incapaces de arrancarles esos matices en los que el espectador reconoce a un actor en estado de gracia. Es el caso. Filme académico, muy a la manera británica en lo formal y tonal (buena parte del rodaje se hizo en Praga, que igual sirve para Londres que para Moscú), aunque la sombra del Spielberg de El puente de los espías (2015), se antoja larga y es referencia inevitable.

Lástima que hayan renunciado al clímax del obligado intercambio de espías cuando el Muro, optando por una solución más rápida, igualmente verosímil, pero desprovista del suspense que los espectadores habríamos agradecido. Caso real cuyas aristas se han ido sabiendo conforme se da la socorrida desclasificación de documentos. En los primeros sesenta, cuando la crisis de los misiles de Cuba, que a punto estuvo de catástrofe nuclear (y consiguiente tercera guerra mundial), el citado Wynne, ingeniero, viajaba con frecuencia a Moscú por negocios, y allí conoció al coronel Oleg Penkovsky (un gran Merab Ninidze) vinculado a la industria del armamento y en proceso de desafección al Partido y sus periferias. Durante bastante tiempo, Greville llevó a sus paisanos (y a la CIA), muy valiosa información que, en parte, mitigó la actitud de Nikita Jrushchov. El desenlace es previsible, pero se mantiene en constantes de género, potenciado por un Cumberbatch que incluso hubo de perder peso para un mayor realismo. Vale la pena (y lástima que el tsunami de estrenos de estas semanas lo haya reducido a otra anécdota en las carteleras).

«EL ESPÍA INGLÉS»

[«THE COURIER»]

R.U.-EE.UU., 2020.

Director: Dominic Cooke.

Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Merab Ninidze, Rachel Brosnahan, Jessie Buckley, Angus Wright, Kirill Pirogov, Elina Alminas, Joseph Balderrama.

Drama.

111 minutos.