Diego López, el portero que Jose Mourinho quería antes que a Iker Casillas

Iván Antelo REDACCIÓN

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Emilio Naranjo

El gallego pone fin a 24 años de carrera, en los que ganó casi todos los títulos de clubes

29 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo soy entrenador de fútbol. Me contrataron para serlo. Y un técnico tiene atribuciones, entre ellas la de elegir quién juega. No lo hago con una moneda. Lo hago pensando, discutiendo, analizando, estudiando muchas horas mis decisiones, viendo partidos, intentando decidir de acuerdo con mi cabeza... A mí me gusta más Diego López como portero que Iker Casillas. Es simple. No es ninguna decisión personal. Me gusta un portero que juega bien con los pies, que domina el espacio aéreo y que es un fenómeno entre los palos». Aquella rueda de prensa de Jose Mourinho acompañará a Diego López Rodríguez (Paradela, 1981) durante toda su vida. «[Los periodistas] siempre recurren a lo mismo de siempre, pero yo, como lo tengo muy claro, no es algo que me moleste hablar de eso. Es un momento muy importante para mi carrera y está ahí», reconocía hace unos años el protagonista en una entrevista en La Voz. Aquella polémica ya le cogió maduro a Diego López. Tenía 31 años. Y, con todo, aún siguió jugando al fútbol otros diez más. Concretamente, hasta ayer, que anunció su retirada, tras 24 años en activo al más alto nivel.

Diego López siempre paseó Paradela por el mundo. «A casa vuelvo siempre, todos los años en Navidades y en verano. Es mi refugio y mi paz. Mis niñas van superencantadas, están enamoradas. Estamos muy tranquilos, muy a gusto y vamos siempre», reconocía en el 2017. Fue en el equipo del pueblo en donde dio sus primeros pasos, conquistando el título de campeón de liga infantil de fútbol sala comarcal; y también jugó en la Sarriana. El CD Lugo lo firmó para su cantera en 1994 y allí estuvo hasta el 2000. Fabri González lo hizo debutar con el primer equipo albivermello, siendo todavía juvenil. Fue en Canarias, en un duelo ante el Pájara Playas de Jandía, por la expulsión de José Domínguez en el minuto 15 (el resultado fue de 4-0, en contra). El club lucense lo acabó traspasando al finalizar esa temporada (1999-2000) por 8 millones de pesetas (48.000 euros), que años más tarde se elevaron a 35 (210.000 euros) por cumplir los objetivos marcados en el contrato (jugar más de 5 partidos con el primer equipo madridista).

La carrera de Diego López se coció a fuego lento. No debutó en el primer equipo blanco hasta el 6 de diciembre del 2005. Fue en un partido de Champions, en el feudo del Olimpiakós griego (2-1). Ese curso, primero con Vanderlei Luxemburgo y luego con Juan Ramón López Caro, que fue el que confió en él, compitió por la portería con Iker Casillas, en un duelo que luego trasladó también a la selección española, años más tarde.

El despegue

El Villarreal pagó por él 6 millones de euros en el 2007, siendo allí en donde más partidos jugó en la élite (231). Es en esa etapa cuando la UEFA lo elige como el portero revelación de la Liga española (temporada 2008-2009) y le llega el premio de la internacionalidad absoluta. Vicente del Bosque lo hizo debutar el 12 de agosto del 2009, en Macedonia (2-3); y luego lo convocó para la Copa Confederaciones de ese año, en Sudáfrica.

El meta gallego solo abandonó el submarino amarillo cuando el equipo descendió a Segunda en el 2012. Firmó entonces por el Sevilla, que lo compró por 3 millones, pero solo duró unos meses. El Madrid, que se había guardado una opción de recompra, lo recuperó en enero por 3,5 millones, tras la lesión de Casillas, que debía ser operado.

En ese año y medio que duró su regreso a la casa blanca, jugó 62 encuentros y abrió el debate sobre si debería haber sido él el meta titular del Madrid y no Casillas. En la campaña 2013-2014, formó parte del equipo de Carlo Ancelotti que ganó la Champions (la Décima). Sin embargo, el Madrid lo traspasó a continuación por 3 millones al Milan, donde jugó hasta el 2016.

Las siete últimas campañas, el portero de Paradela las pasó entre el Espanyol (seis) y el Rayo Vallecano (la última). Ahora, con 42 años, cuelga las botas y los guantes tras 613 encuentros, con unas vitrinas en las que lucen una Liga, una Copa, una Supercopa, una Champions y una Supercopa de Europa. Se va el portero que tanto le gustaba a Mourinho. Pero amenaza con volver: «Siento que llevo el fútbol muy adentro y me veo vinculado como entrenador de porteros, casi seguro, y a lo mejor probar suerte dirigiendo algún equipo».