El turismo apunta a un nuevo récord pese al descalabro de Gijón

Susana D. Machargo REDACCIÓN

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Un espectáculo de títeres en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo.Un espectáculo de títeres en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo
Un espectáculo de títeres en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo

Oviedo se convierte en el concejo de referencia en un verano con más viajeros y noches contratadas en hoteles

24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni siquiera el pinchazo de Gijón ha conseguido frenar el verano turístico de récord que vive Asturias. Las primeras cifras oficiales de la temporada alta confirman que crece el número de viajeros y también el volumen de noches contratadas en los hoteles. El balance regional es positivo pero el análisis de los territorios no es homogéneo. Oviedo está siendo el motor de la campaña, secundado por Llanes y Cangas de Onís. Sin embargo, Gijón desciende y Villaviciosa, también. Así aparece en la encuesta que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) con los datos correspondientes al mes de julio que ha servido al Gobierno tripartito de la capital para sacar pecho y para anunciar que en los siete primeros meses del año ya han superado el medio millón de pernoctaciones. Se erigen en líderes del sector este año y las cifras confirman esta afirmación. También el Principado presume de cifras, destaca la tendencia al alza del mercado internacional y de las contrataciones de personal.

La estadística no deja lugar a muchas interpretaciones. Los hoteles asturianos recibieron a 235.684 clientes que contrataron 513.705 noches de alojamiento. Ambos conceptos están casi un 5% por encima del balance del mismo mes en 2015. El acumulado anual también presenta un saldo positivo. Con 903.989 viajeros recibidos en los siete primeros meses del año el incremento es del 2,4% con respecto al mismo periodo de 2015, el ejercicio en el que se batieron todos los récords. Si solo se tiene en cuenta a los usuarios procedentes de otros países, que son la prioridad actual del Principado, el incremento es del 7,6%. La estancia media, que es el tiempo que se quedan en la región, mejora y los hoteleros amplían sus plantillas.

Hasta aquí todo positivo. Es en el análisis territorial donde comienzan las preocupaciones. Mientras las calles de Oviedo se llenan, Gijón registra un descalabro. Los dos concejos más poblados viven, por tanto, un verano agridulce. El INE así lo describe. Los hoteles gijoneses alojaron a 43.319 clientes en julio, exactamente 6.876 menos que en 2015. Las pernoctaciones resistieron mejor. También bajaron, pero menos. Pasaron de las 107.175 de julio de 2015 a las 106.207 de julio de 2016.

Oviedo gana en tendencia y en número absolutos. En julio, sus establecimientos hoteleros atendieron a 55.806 clientes, casi 4.000 más que un año antes. Por ponerle un lunar al historial, la cifra de viajeros extranjeros es casi idéntica y sus pernoctaciones han descendido ligeramente. Eso supone que la clave del éxito de la capital del Principado reside en que ha sabido captar al turista nacional. Los españoles pagan ocho de cada diez noches contratadas en la ciudad. Si se echa la vista atrás y se analiza todo el ejercicio, el balance es incluso más espectacular. Las pernoctaciones han crecido un 12%

Llanes y Cangas de Onís son otros dos polos turísticos analizados por el INE. La primera de ellas capta más viajeros nacionales y también internacionales. Los incrementos no son espectaculares pero suponen una mejora después de un 2015 de récord. Sin embargo, sus pernotaciones se resienten. Descienden tantos las contratadas por los españoles como las de los extranjeros. A las puertas del parque nacional de Picos de Europa, Cangas sí consolida todos los indicadores. Recibe más viajeros que se quedan más noches. De hecho, en su caso, el verdadero incremento está en las pernoctaciones más que en los clientes. 

La oferta

Otra forma de analizar el comportamiento del mercado es con la oferta, es decir, con los datos de los empresarios. El balance de julio demuestra que hay menos hoteles abiertos en Asturias y que el número de plazas disponibles ha pasado de 29.006 camas a 28.522. Hay menos habitaciones y más turistas en busca de un alojamiento. El resultado lógico es que la ocupación crece y pasa del 54,22% al 57,20%. Para atender este volumen de trabajo es necesario más personal. Un total de 3.540 profesionales forman parte de las plantillas de los establecimientos, 113 más que en el verano de 2015.