El diario de campaña: El probable voto del socialista Felipe González al centrista Feijoo

César Casal González
César Casal REDACCIÓN

ELECCIONES 23J

Patricia Galiana | EUROPAPRESS

12 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha confirmado. El candidato del PSOE no es el candidato del PSOE. Ferraz está okupado por el sanchismo. Pedro Sánchez es un ser tan autosuficiente que solo es el candidato de sí mismo. Le sobró arrogancia en el debate y Feijoo lo enredó controlando los tiempos y las formas desde el primer segundo. Ahora, el PSOE tendrá que meditar hacia dónde tira (con) la campaña, mientras que el PP tratará de reafirmar el perfil centrista y presidencialista que lució Feijoo en el bronco combate televisivo. Hay que ser muy del PSOE para no ver en Sánchez al candidato de ese fenómeno que se llama sanchismo, que machacó hace poco electoralmente a la mayoría de sus propios barones en las autonomías y a muchos alcaldes en las ciudades.

La vida cierra un círculo

Eltiempo en la vida a veces cierra círculos. Hace muchos años, corría el 2009, el reciente ganador de las elecciones gallegas, Núñez Feijoo, le revelaba a este periodista en una entrevista en La Voz que había votado en el 82 a Felipe González. Ahora, es muy probable que el socialista Felipe González, tras ver el debate y escribir sobre la necesidad que tiene España de centralismo, le devuelva ese voto al centrista Feijoo. El expresidente del PSOE está mucho más cerca de los planteamientos de Feijoo que de los pactos de Sánchez para sobrevivir subido a su ego y a sus pactos con Bildu y ERC. No es solo el exministro de Zapatero, César Antonio Molina, quien piensa entre el socialismo que la rosa se marchita en manos del narciso Sánchez. ¿Cómo es posible que aún hoy no entienda que se equivocó durante 100 minutos?

Para muchos, fue como entrar en Matrix: una realidad paralela que era la realidad de Feijoo

Hay un antes y un después del día D del debate. No sé para qué liberó su agenda Sánchez. En teoría, fue para preparar el debate, algo que no se vio en antena. Sánchez no ganó ni el primer bloque, el de la economía. Feijoo ya había representado este papel a la perfección en Galicia, en la campaña de su primera victoria, cuando derrotó a Touriño acusándole de derrochar fondos públicos en despachos de lujo y audis y de arruinar la economía. Donde leen audis, escriban Falcon. ¿Es que el equipo de Sánchez no avisó a su líder de que existía este otro Feijoo mucho más contundente y arrojado, sin perder el aplomo ni la sonrisa en los ojos? ¿Pensaron que la victoria estaba garantizada como en el Senado donde solo Sánchez tenía tiempo para hablar? Se equivocaron.

La evidencia de que Sánchez perdió es que sangran por la herida

No hay más que seguir los medios de izquierda de este país para darse cuenta de que Sánchez se suicidó en el plató de Atresmedia, algo que únicamente lo mucho que se quiere el candidato del PSOE le impedirá ver. Escuchen a Àngels Barceló, una de las voces del sanchismo en la cadena Ser a la mañana siguiente: «Feijoo controló bien los tiempos y las formas. Sánchez parecía que iba siempre a rebufo». ¡Parecía! Cuánto le debió costar a Barceló pronunciar ese suavizante «parecía» para definir una derrota palmaria. Añadió Barceló «en el debate perdimos los ciudadanos, ya veremos su capacidad para mover el voto». Que Dios nos libre de amigos que nos aconsejan así. Sánchez debió de preparar el debate escuchando a Los inhumanos: «Me duele la cara de ser tan guapo».