«Me gustaría que este verano mis hijos pudieran salir de Dubai y conocer Luarca»

Carmen Fernández REDACCIÓN

EMIGRACIÓN

Borja Brañanova
Borja Brañanova

El asturiano Borja Brañanova ha protagonizado un hecho histórico: ha sido el primer extranjero en conseguir la custodia compartida en un país árabe

11 ene 2022 . Actualizado a las 19:57 h.

Borja Brañanova es un ingeniero de Minas que lleva quince años trabajando en los Emiratos Árabes, sus dos hijos, Sebastián y Olaya tienen nacionalidad española pero aún no han podido conocer Luarca, el pueblo de su padre. Y es que tras el divorcio del asturiano con su exmujer, Brañanova ha tenido que someterse a un complicado proceso judicial para poder obtener la custodia compartida. Una acción que se remonta tres años atrás, cuando comenzó su litigio. A día de hoy ha conseguido un hecho insólito en un país islámico: conseguir esa custodia que tanto ansía, aunque se mantiene prudente porque afirma que es un proceso muy lento y que aún queda mucho por hacer. «Hemos dado un paso histórico, pero aún así los niños siguen sufriendo el haber nacido en un país extranjero donde los derechos humanos y del menor se interpretan sustancialmente diferente a cómo nosotros en occidente entendemos que se deben de interpretar», explica. Su objetivo a largo plazo es poder viajar a su tierra y que su familia pueda conocer por fin a sus hijos: «Me gustaría que este verano mis hijos pudieran salir de Dubai y conocer Luarca». Un sueño que poco a poco se irá convirtiendo en una realidad gracias a su tenacidad. 

Todo comenzó en 2016 cuando el luarqués tuvo que recurrir al sistema jurídico del país por su divorcio. Tal y como cuenta, existe un un juzgado de familia donde hay una primera instancia y una apelación, una vez hecho esto se puede elevar a una instancia superior para su revisión que se llama Casación. La primera instancia tuvo que ser recurrida por Brañanova ya que se basan en una ley islámica conocida como Sharia que no permite que un hombre quiera ni pueda cuidar de sus hijos ya que consideran que es una labor de la mujer. «Los sistemas judiciales intentan ser parecidos a los nuestros por eso de la internacionalización de criterios, pero este es muy diferente porque es un juzgado Sharia» añade.  Por suerte, el Tribunal de Casación confirmó la sentencia de apelación que ya determinó que la custodia debería ser compartida tal y como permite la ley española.

Su esfuerzo y su constante lucha le hicieron llegar al alto tribunal de la Audiencia de Dubai donde demostró que estaba capacitado para cuidar de sus hijos y que era necesaria la custodia compartida ante tal situación. Por esta razón, el pasado mes de febrero este asturiano cumplió el sueño por el que llevaba peleando tanto tiempo cambiando a su vez el rumbo de la historia de los países islámicos: la primera sentencia a favor de la custodia compartida. Pero Brañanova se muestra prudente a la hora de hablar de planes a largo plazo porque tal y como afirma «se ha terminado el proceso judicial y ahora queda implementar el resultado lo que en si es otro proceso». 

El futuro incierto de conocer el legado familiar

Los avances son lentos y el futuro es incierto aún para el luarqués, que todavía no puede saber con claridad si en verano podrá viajar con sus hijos a España: «Ahora viene Ramadán y luego el verano, que aquí son meses muy parados, en esa época me gustaría poder ir a Luarca pero no se si es posible. De momento seguimos todos viviendo juntos que es un logro». 

Pero su historia y sus objetivos no quedarán en el olvido. Además de haber protagonizado este cambio de rumbo en las leyes islámicas, su lucha, tal y como él la describe «complicada y sin precedentes» ha llegado hasta la Confederación por el Mejor Interés de la Infancia (CEMIN) que han dado el paso de proponerle, tanto a él como el equipo de abogados que ha ayudado a que la custodia compartida pueda ser posible, como candidatos al Premio Princesa de Asturias de la Concordia. «La Fundación Princesa de Asturias ha acogido la iniciativa con cariño y ha aceptado la candidatura en firme», cuenta orgulloso y emocionado Brañanova. Sin duda un pequeño paso más de reconocimiento que poco a poco le llevará a poder volver a ver la villa blanca de la costa verde acompañado de sus hijos.