La ciudad, que tiene más de 300 espacios públicos y privados abiertos a los perros, ya es ejemplo para otros concejos asturianos y de otras regiones
23 may 2016 . Actualizado a las 22:03 h.-¡Cuántos perros hay en Gijón!
Una frase, para nada peyorativa, que cualquier gijonés habrá escuchado o repetido infinidad de veces. Los censos oficiales tienen registradas más de 20.000 familias con perros que, como miembros de pleno derecho, realizan todo tipo de actividades con sus propietarios. Desde salir a pasear hasta ir de compras o entrar en un local de moda. Hoy incluso hay establecimientos que, de la que le ponen un pincho al dueño, le ponen otro al perro. Aún no se ha llegado al extremo de disponer de cartas de pinchos para perros con alergias e intolerancias alimentarias como en otros países europeos, pero todo se andará.
En cinco años se han dado pasos de gigante en pro de la conciliación canina. Antes era impensable que un perro pudiera entrar en un bar y, desde que la ordenanza municipal de mascotas permite que sean los propios establecimientos de hostelería los que decidan si son o no «dog friendly» (término inglés que puede traducirse simplemente como «para perros»), son bienvenidos en casi 200 locales hosteleros, 29 alojamientos y 38 tiendas de todo tipo. La ordenanza sólo obliga a indicarlo en la puerta de entrada. En algunos establecimientos incluso ya tienen fuentes o cuencos de agua filtrada en movimiento para las mascotas más sedientas. Los perros también pueden correr sueltos en 42 zonas verdes repartidas por toda la ciudad y, desde principios de este mes, el Cervigón es la primera playa asturiana abierta a los canes todo el año.
«Gijón es hoy el mejor destino turístico de la costa cantábrica para propietarios de animales. En el norte de España no hay ninguna ciudad que tenga tantos locales y espacios para perros, tan adaptados y con tanta aceptación por parte de los establecimientos», asegura Carlos Solares, del colectivo Fauna Urbana, que nació en 2013 y al que se deben algunas de las iniciativas «dog friendly» que hoy existen en la ciudad. De mano, una campaña ciudadana para que Gijón abriera un espacio para perros en las playas todo el año, puesto que hasta ahora la temporada de baños marcaba el fin del disfrute canino en los arenales.
Un perriplano con tres años de vida
Solares considera que el acceso al Cervigón aún no está señalizado como debería, pero es un avance que ya está animando a otros concejos asturianos a seguir el ejemplo. «Cantabria tiene casi 90 playas y cinco autorizadas para animales. En Asturias, con más de 200 playas, no teníamos ninguna. Cuando empezamos a mover esto tuvimos apoyos incluso de actores como Inma Cuesta, Nacho Guerreros, Beatriz Rico y Mónica Cruz», recuerda, sin pasar por alto que quienes deciden sobre estos asuntos en un principio consideraban impensable tener una playa abierta a los perros.
Fauna Urbana, que se financia con una tienda de animales ubicada en el Polígono de Pumarín, está en continuo contacto con quienes tienen mascotas en Gijón puesto que también organiza actividades educativas en colegios sobre medio ambiente y otros eventos con los animales como protagonistas. Solares, ya en 2012, comenzó a darle vueltas a lo que había visto en varias ciudades europeas con espacios abiertos a los perros y empezó por lo que estaba a su alcance. «En esas ciudades, te dan folletos específicos para gente con mascotas y quería que hubiera algo parecido en Gijón. No tenía capacidad para hacer una tirada impresa pero sí podía hacerlo online».
En 2013 crea el perriplano, un mapa al estilo de Google Maps, con los locales, en un primer momento, «a los que iba con mis amigos con los perros». El boca a boca funcionó de inmediato y fue un éxito: «Lo cuento a los clientes, que me van diciendo otros sitios a los que van con sus mascotas, y empiezan a llamarnos otros propietarios de perros hasta que llega un día en el que también lo hacen los establecimientos porque quieren aparecen en el perriplano. Y todavía siguen llamando para apuntarse al perriplano , que es algo que la gente conoce porque lleva tres años funcionando». Aunque, con tanta oferta ya recogida en estos tres años, los locales que se suman suelen ser de aperturas recientes. En el plano, además, se especifica qué es lo que permite el propietario de cada establecimiento y se hace un llamamiento a los dueños de los animales para que asuman responsabilidades en pro de una mejor convivencia entre animales y clientes.
La app del perriplano, actualizada
El perriplano incluso puede descargarse como aplicación móvil para todos los sistemas y formatos desde hace un año, aunque para buscarlo cambia el nombre por planiperro. Su creación también fue desinteresada. «Vinieron varias empresas a ofrecerme sus servicios para hacer una aplicación, pero entré en contacto con un chaval que tiene perro y que también quería dar un servicio gratuito a la ciudad», explica Solares, refiriéndose al diseñador de aplicaciones Agustín Sevilla. Próximamente la app del perriplano estará disponible en una segunda versión mejorada y con todas las actualizaciones de este último año.
Solares lamenta que, a propósito de la campaña «Yes mi can» lanzada por el Ayuntamiento de Gijón, nadie se pusiera en contacto con Fauna Urbana para aprovechar lo andado. Sí han llamado de otros ayuntamientos asturianos e incluso de otras comunidades autónomas para asesorarse en cómo potenciar el turismo con perros. «En Asturias el desarrollo lógico, una vez que otras playas sean autorizadas para perros, sería que el Gobierno regional tomara las riendas para unificar una estrategia a nivel autonómico», considera.
Concejos como Llanes, Cudillero y Valdés ya tienen abierto el debate para tener playas para perros. «Con 19 concejos en la costa, malo sería que en cada uno no pudiera haber un sitio acotado. De ser así, Asturias sería la mayor potencia de España en turismo para perros», señala Solares, que recuerda que el perriplano también cubre los establecimientos «dog friendly» de otros 20 concejos asturianos. «Aunque en Gijón es impresionante la capacidad frente a otras localidades. Oviedo, por ejemplo, sólo tiene 20 locales de momento».
Nadie puede poner en duda que el turismo de mascotas está en auge, «pero en España estamos aún verdes pese a que hay seis millones de familias con perros que, cuando se desplazan, van a un sitio u a otro según acepten animales o no». Ya se han elaborado estudios que calculan que 9 de cada 10 propietarios de animales viajan con ellos. Los últimos datos indican que sólo el 22% de los alojamientos en España admiten animales y, en 2012, España tenía 20 playas con espacios para perros frente a los 200 arenales habilitados en Francia o los 350 de Reino Unido. Dos países con importante presencia de turistas en las estadísticas asturianas.
Hoy los arenales españoles abiertos a los perros ya superan el medio centenar. De momento, Gijón es la primera localidad asturiana con más posibilidades de entrar con honores en los directorios internacionales de las ciudades «pet friendly». En España ya es un referente. El camino perruno está abierto y, ante la enorme movilización ciudadana que provoca la defensa de los animales en todo el país, es imparable.