El debate de la emergencia social sale a la calle en Gijón

GIJÓN

Elena G. Bandera

Ediles del PSOE, XsP e IU participan en el encuentro organizado por La emergencia no puede esperar en el Parchís, al que no acudieron «por problemas de agenda» Foro, PP ni Ciudadanos

01 jul 2016 . Actualizado a las 12:00 h.

El escenario era la plaza del Parchís, a eso de las siete de la tarde, una hora en la que está plagada de paseantes que descansan en los bancos o que la cruzan en todas las direcciones. El objetivo era que los grupos políticos con presencia en el Ayuntamiento de Gijón debatieran sobre las ayudas municipales de emergencia social. La invitación partía de la asamblea La emergencia no puede esperar, que aboga por el derecho a vivir con dignidad pese a la crisis y sus consecuencias para miles de familias gijonesas. El debate se iniciaba con la propuesta que este colectivo tiene sobre la mesa: una renta social municipal que complemente los 442 euros del salario social básico que concede el Principado, a veces, hasta con 18 meses de esperas. Y que ponga fin al laberinto que son hoy las ayudas compartimentadas de los Servicios Sociales de Gijón.

Tres sillas estaban vacías, las pertenecientes a los grupos municipales de Foro, PP y Ciudadanos, que no acudieron «por problemas de agenda». Sí lo hicieron los concejales del PSOE, José Ramón García (Monchu); de Xixón sí Puede, Estefanía Puente, y de Izquierda Unida, Ana Castaño. Inició las deliberaciones el edil socialista, que recordó que el remanente del Ayuntamiento de Gijón en la actualidad es de seis millones de euros. «Tenemos un montón de ayudas, se cubren parches y no existe ninguna medida de fondo que ataje las causas de esta emergencia social», consideró, abogando también por cambiar el actual sistema de ayudas municipales por completo «porque está diseñado para otra época que no es ésta». García también dejó claro que Gijón «tiene recursos para cubrir esa necesidad y no se está haciendo. Las políticas sociales deben además realizarse no sólo desde la Fundación Municipal de Servicios Sociales, sino también con los planes de empleo, que los tienen abandonados, y desde la cultura, el deporte, la educación? pero para eso tienes que tenerlo claro y ser tu prioridad».

 «No entiendo que haya que ir a tres ayudas y pasar diez trámites en cada una»

 El concejal socialista, más que una renta municipal, consideró que deberían implantarse ayudas o una ayuda sola que efectivamente complemente al salario social básico. «El problema de las casas es que no hay dinero, y eso Servicios Sociales ni siquiera lo tiene en cuenta», dijo, en referencia a las diversas ayudas actuales que separan los tipos de pobreza (energética, laboral, alimentaria) cuando la realidad es que sólo existe una y es integral. «Hay recursos para hacerlo, lo que no entiendo es que haya que ir a tres ayudas y pasar por cada una de ellas diez trámites. Habría que estudiar cada caso, pero no necesariamente tendría que ser una renta».

Por su parte, la concejala de XsP, Estefanía Puente, también coincidió en la necesidad de establecer un nuevo modelo de ayudas a la emergencia social con un enfoque preventivo en lugar de «esperar a que las familias estén completamente deterioradas para actuar» a «poner tiritas». Insistió en que es «una tomadura de pelo y una falta de respeto a la ciudadanía» que el gobierno de Foro cerrase las cuentas municipales del 2015 con cinco millones de remanente y  en la idea de que las ayudas actuales son meros parches cuando las respuestas del ayuntamiento deberían ser integrales. Además, consideró que las memorias que cada año realiza la Fundación Municipal de Servicios Sociales son sesgadas puesto que no recogen la demanda verbal a la que se le cierra las puertas de estas ayudas de emergencia: «Ni tampoco se ve la realidad; hay muchas dificultades que no están siendo atendidas. Es ridículo que tengas que hacer varias peticiones por diferentes problemáticas cuando debería ser integral».

Replantearse las escasas cuantías de las ayudas

¿Es una renta básica municipal esa respuesta integral? «Hay que estudiar esa posibilidad, no sé cuál sería el método idóneo, y  también replantearse las cuantías, porque si damos ayudas escasas las familias seguirán teniendo dificultades. Además, tienen que concederse con mayor agilidad, no se puede esperar tres meses por una ayuda fundamental. Con ello, agravas la situación y encima todavía es peor si te llega el salario social y la tienes que devolver», consideró Puente.

Ana Castaño, de IU, dejó claro que su grupo municipal no comparte el carácter asistencialista de los servicios sociales del Ayuntamiento de Gijón y describió la situación de los últimos años como «un rosario de ayudas, desconectadas y que vuelven loca a la gente». La «desorganización» que achacó al gobierno de Foro, según dijo, «es especialmente grave en este ámbito y el panorama es complicado». También coincidió en que la respuesta debe ser integral: «Cuando una persona tiene necesidades es en todo y tiene que ir peregrinando de un sitio a otro».

«Hemos gastado más en pagar a los que tramitaron las ayudas energéticas ? ?que a los que las recibieron» 

Castaño aportó un dato bastante elocuente al asegurar que «nos hemos gastado más en contratar a la gente que tramitó las ayudas energéticas que en la cuantía de las ayudas que se recibió la gente». Y, sobre la propuesta de una renta básica que realiza La emergencia no puede esperar, consideró que no es una idea descabellada, pero que puede tener dificultades legales y financieras. «Tiene que haber un debate y deben definirse las prioridades. Si apostamos por una renta social complementaria habría que ver qué otras cosas no son tan necesarias y está claro que una parte de la sociedad, como hemos visto en las elecciones, esto no lo ve claro».

Roberto Porras, de la asamblea La emergencia no puede esperar, explicó que no existe impedimento legal que aparezca en ningún documento de la Administración para establecer una renta municipal. Además, recordó que el Ayuntamiento de Gijón no sólo tiene millones de euros sin gastar, sino que también ha dispuesto seis millones de euros en los presupuestos participativos de 2017 para inversiones. También consideró que, en el debate sobre las ayudas de emergencia, siempre desaparecen las personas empobrecidas. «Son otros los que deciden sobre las necesidades de las personas que tenemos dificultades y que accedemos a esas ayudas». Al menos ayer el debate sí estuvo a pie de calle.