En abril, y sin Renta Social Municipal

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Oficinas de la Renta Social Municipal en El Coto (Gijón).Oficinas de la Renta Social Municipal en El Coto (Gijón)
Oficinas de la Renta Social Municipal en El Coto (Gijón)

El programa de ayudas dotado con 8 millones de euros, que tendría que echar a andar este mes, sigue estancado ante la creciente impaciencia de los grupos de XsP e IU

04 abr 2017 . Actualizado a las 07:02 h.

Desde hace unos días, una oficina recién habilitada en los bajos del Centro Municipal Integrado del barrio gijonés de El Coto deja ver en dos de sus paneles de cristal un rótulo con las palabras «Renta Social Municipal». Dentro hay mobiliario y equipamiento a la espera. Todo listo para su uso. Solo faltan el personal y los usuarios. Y una puerta abierta en alguna parte. Hoy por hoy, el rótulo y la oficina vacía son el único rastro visible en Gijón de la nueva, controvertida y esperada línea de ayudas municipales.

No debería haber sido así, de cumplirse los plazos anunciados a principios de año por el equipo de gobierno local. Pero abril ha llegado y el Plan de Emergencia Social que Xixón Sí Puede e IU impusieron a Carmen Moriyón a cambio de su abstención ante los presupuestos de Foro, sigue sin mostrar ni siquiera los brotes. Y será difícil que, tal como van los plazos y sin fecha conocida para la convocatoria de los órganos políticos de los que depende su desarrollo, el programa vaya a florecer en las próximas semanas. 

Lo confirma Estefania Puente, la concejala de XsP encargada de asuntos sociales, que intenta imponerse cautela. «Estamos a la espera. Supuestamente, todo está avanzando, o eso nos están diciendo. Pero no puedo hacer ningún juicio sobre cómo van las cosas hasta que se convoque la Junta Rectora de la Fundación Municipal de Servicios Sociales y se nos informe». El organismo municipal cuya dirección acaba de asumir Marta María Mediavilla -que relevó a la anterior directora en buena parte para reforzar el perfil gestor requerido por la Renta Social- no da muestras de apremio a pesar de las fechas. «Entendemos que es un proceso complejo, que hay que contratar personal y darle la formación necesaria... Como todo proyecto nuevo lleva su tiempo y sus procesos», manifiesta Puente, poniendo el énfasis en el carácter de «programa piloto» que tiene el programa.

Cuenta atrás

Pero lo cierto es que ya ha habido alguna señal de impaciencia ante esa parsimonia en el grupo municipal de XsP, que el gobierno local tiene constancia de esa irritación y que los relojes han empezado a marcar una cuenta atrás hacia fechas en subrayadas en rojo en el calendario, antes de la mitad de este mes. Plazos para exhibir gestos más visibles que la paciencia.

Algo similar sucede en IU, salvo que -incluso mirando con disgusto el reloj y el calendario- su concejala Ana Castaño orienta su reacción más bien hacia el escepticismo. «Lamentablemente, no queda más remedio que ser muy, muy escéptica. Desde el primer momento manifestamos nuestras dudas en la capacidad del gobierno para llevar este programa a cabo, y cada vez más se demuestra que era un temor justificado», argumenta Castaño, para quien «se está confirmando lo peor».

Al margen de los vecinos y vecinas de la ciudad que esperan que les llegue el refuerzo económico de este Plan -5.000 de ellos solo para su línea de ayudas finalistas para la compra de artículos de primera necesidad- hay quien también espera con otro tipo de impaciencia fuera de la corporación. La Unión de Comerciantes, un socio crucial para el desarrollo de esa parte finalista de la Renta Social, está en situación de bloqueo, con personal ya dispuesto para un trabajo que no se desarrolla, ni mucho menos, en un par de días.

La entidad ha contratado a un técnico informático y tres administrativos que harán de intermediarios entre los beneficiarios que hagan sus compras en una selección de comercios de Gijón y la Fundación Municipal de Servicios Sociales, que tendrá que abonar las facturas. Pero mientras, dos comerciales tendrán que patearse las calles de la ciudad hasta conseguir la colaboración de hasta 300 establecimientos. Algo que llevará tiempo, y que no puede hacerse mientras no se pueda ofrecer a los comerciantes un programa definido y cerrado.

«La pelota está en el tejado de la Fundación», recuerda Ana Castaño, que no puede menos que admitir que incluso mayo parece un mes demasiado cercano para ver la Renta Social Municipal gijonesa cumpliendo su cometido. Ocho millones de euros esperan en los presupuestos municipales, y sus destinatarios quizá estén empezando ya a desesperar.