Cabueñes incorpora un tratamiento que aumenta la calidad de vida de personas con párkinson

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GIJÓN

Imagen cerebral de una persona con párkinson
Imagen cerebral de una persona con párkinson GE HEALTHCARE | EUROPAPRESS

La terapia implantada por el Servicio de Neurología podría aplicarse a una treintena de pacientes del área sanitaria V

10 abr 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

El Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Cabueñes ha incorporado un nuevo tratamiento para personas con párkinson avanzado que aumenta su independencia y su calidad de vida.

La terapia, de la que se benefician dos pacientes, consiste en implantar una bomba de infusión subcutánea que libera de forma continua dopamina, una sustancia química importante en el control del movimiento.

El aporte constante de esta molécula durante las veinticuatro horas del día aporta a los pacientes una notable mejoría, tanto de los temblores esenciales o la lentitud como de otros síntomas tales como el dolor, la ansiedad o los trastornos del sueño, ha informado el Gobierno asturiano.

Dos pacientes del área sanitaria V, con cabecera en Gijón, se benefician ya de este tratamiento, que podría aplicarse a unas treinta personas de esta zona.

Un equipo de neurólogos se encargará de valorar, de forma individualizada, a los potenciales usuarios de esta terapia, aprobada a principios de año por la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Mañana se conmemora el Día Mundial del Párkinson, jornada con la que se quiere concienciar sobre esta enfermedad neurodegenerativa que es el segundo trastorno más común en este campo de la medicina, tras el alzhéimer.

Los síntomas más típicos son el temblor de reposo, la rigidez y la lentitud en los movimientos.

Además, se pueden asociar otros como deterioro cognitivo, problemas intestinales, sudoración intensa o dificultades para conciliar el sueño.

Esta enfermedad, que padecen unas 4.000 personas en Asturias, afecta especialmente a personas mayores, con una incidencia aproximada entre el 2 y el 3 por ciento de la población de más de 65 años.

El porcentaje de afectados aumenta hasta el 5 por ciento entre las personas de 85 años.

Además, en un pequeño número, aproximadamente un 10 por ciento, la enfermedad puede ser hereditaria y afectar a varios miembros de la familia, informa Efe.