Los actores fueron vistos juntos en un bar de Londres
07 ene 2023 . Actualizado a las 17:39 h.Y quién es él. La nueva obsesión de las jovencitas —y no tan jovencitas— es hoy un tipo irlandés, ancho de espaldas y ceño fruncido, que en la piel de un chico de pueblo, deportista, inteligentísimo y sensible nos aflojó el corazoncito cuando en el verano del 2020 nos dimos el atracón de Normal People, serie que adapta la novela homónima de Sally Rooney. Vale que nos pilló con la guardia baja, que el interruptor del confinamiento había apagado la luz entre marzo y junio, que quizá éramos entonces fácilmente impresionables. Pero pasaron los meses —mudamos de piel, recompusimos el tipo—, y Paul Mescal se confirmó como galán y mejor actor (La hija oscura, Aftersun), ternura y rudeza fifty, fifty. También como novio ideal, con toda la cuadrilla tuitera rendida a su historia de amor con la cantante Phoebe Bridgers. Muy resumidamente, su romance se gestó precisamente en la red social, con un travieso intercambio de mensajes en abierto que derivaron en cita y, de ahí, a pareja goal —que diría la chavalada; ideal, para los que peinan canas—. Luego vino el anillo, pero entonces algo se torció y ahora —redoble de tambores— los titulares relacionan al apuesto Mescal nada más y nada menos que con Angelina Jolie, 20 años mayor que él.
Da para culebrón el cuento, sobre todo por lo enrevesado del argumento, porque a ciencia cierta lo único que se sabe es que Mescal, de 26 años, y Jolie, de 47, compartieron un café en un local de Londres. Resulta que los supuestos tortolitos estaban acompañados de la hija de la actriz y Brad Pitt Siloh, de 16 años, y que, antes de la cita, madre y adolescente habían acudido al teatro a ver la obra con la que actualmente Mescal se gana el pan, Un tranvía llamado deseo. Todo apunta, más que a una nueva dupla en el universo celebritiy, a una descarada prevaricación para que Siloh alternase con el guaperas o, sin ser tan mal pensados, a una quedada de colegas del sector para darse cera mutuamente. Incluso, a una posible entrevista informal de trabajo. Que ella es directora. Y él, currito.
YA VIENEN LOS REYES
Oniega, visto en una joyería. A la segunda, ¿irá la vencida? Cumpliendo penitencia todavía por sus escarceos en el Burning Man, Íñigo Onieva —que todavía no se ha instalado en casa de Tamara Falcó, pero sí pernocta de vez en cuando— se exprime el coco para tener a la marquesa de Griñón contenta. Y las joyas no darán la felicidad, pero algo ayudan. El canallita madrileño por excelencia fue visto, cabeza baja, el miércoles en una exclusiva joyería de la capital acompañado de sus dos hermanos y su madre, que un consejo de sabia nunca viene mal. Me cuenta mi amiga Laura que, tras mirar y requetemirar, se llevaron dos Rolex y una gargantilla de diamantes. Deberes hechos para Melchor, Gaspar y Baltasar.
la familia grimaldi crece
Carlota Casiraghi, embarazada de su tercer hijo. Se confirman los rumores disparados este verano cuando unas traicioneras fotografías revelaron la incipiente barriguita de la hija de Carolina de Mónaco, que espera su segundo vástago con el productor de cine Dimitri Rassam. Será el tercero para Carlota, que además de Balthazar, de cuatro años, tiene un niño de ocho (Raphael) con el comediante Gad Elmaleh. De momento, ni los implicados en este estado de buena esperanza ni la familia Grimaldi se han pronunciado al respecto, pero la noticia ha sido corroborada por su círculo más cercano, tal y como asegura la revista francesa Voici. Carlota estará encantada; siempre ha manifestado abiertamente su intención de seguir ampliando la familia, acostumbrada a un linaje numeroso y, en este momento de su vida, muy unida tanto a sus tres hermanos —Andrea (38), Pierre (35) y Alejandra (23)— como a su madre. Desea, además, que sea una niña.