Elecciones municipales e infografías

OPINIÓN

Las urnas
Las urnas

19 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El voto en las elecciones municipales y autonómicas no coincide necesariamente con el de las generales. No se libra de la influencia de las coyunturas políticas, se vio claramente en 1983 o en 2011, momentos excepcionales de éxito del PSOE o del PP, pero es más habitual que al emitirlo se valore la gestión de esas administraciones en el cuatrienio anterior y la credibilidad de las candidaturas, generalmente integradas por personas más conocidas por la ciudadanía. Aunque las encuestas lleven tiempo mostrando una inclinación del electorado hacia la derecha, no estamos en un momento de vuelco radical, por eso el Partido Popular, aunque espere un buen resultado, ha dejado de plantearlas como un referéndum sobre el gobierno que preside Pedro Sánchez. Pesarán los balances de aciertos y errores, la personalidad de quienes encabecen las candidaturas y las propuestas que realicen.

En Asturias no se esperan grandes sorpresas, aunque sobre Gijón pesan algunas incertidumbres. Casi todas las cabezas de lista son inéditas, salvo en los casos de Foro Asturias y Ciudadanos. Parece que el PSOE, tradicional primera fuerza en la ciudad, ha acertado al buscar un nuevo candidato y es probable que el electorado no castigue una crisis interna que colea, pero podría verse como superada. Otra cosa es lo que sucederá a su izquierda. No habrá suma, lo que puede dañar su representación, y no es improbable que Podemos sufra un duro castigo por la combinación de la crisis interna que padece en Asturias y del sectarismo de que tradicionalmente ha hecho gala en la localidad. Habrá que ver si IU logra atraer a parte de su electorado, al PSOE es más difícil que vaya, aunque puede pesar el voto útil.

Otras incógnitas están en las derechas, especialmente en el atractivo que pueda mantener Carmen Moriyón y en si Vox crecerá o perderá votos hacia un PP que también puede beneficiarse del hundimiento general de Ciudadanos. Con un electorado tan fragmentado, no es imposible que el conjunto de fuerzas conservadoras logre la mayoría de concejales, aunque, si eso sucede, no será fácil combinar en el gobierno municipal el autonomismo de Foro, que ha evolucionado hacia el centro político, con el ultracentralismo de raigambre franquista de Vox. Lo que está sucediendo en Castilla y León no permite augurar nada bueno de coaliciones que integren a la extrema derecha.

Será importante conocer las propuestas. Las mayores necesidades de Gijón no dependen exclusivamente del ayuntamiento, pero su actuación puede entorpecer las soluciones o contribuir a acelerarlas. Las nuevas estaciones de ferrocarril y autobuses y la puesta en marcha del metrotrén exigen inversiones millonarias, ya basta de jugar con las expectativas de los gijoneses con planes bonitos que prescinden de que se necesitan los recursos de ADIF, el Estado y el Principado y los que pueda generar la ciudad. Con la llegada de la alta velocidad y el objetivo que el gobierno de la comunidad se ha planteado de modernizar las cercanías, prioritario para aprovechar las ventajas de una zona central de Asturias que cada vez debe acercarse más a una gran ciudad con varios centros interrelacionados, las estaciones y aprovechar un túnel ya construido y que tuvo un elevado precio para las arcas públicas son imprescindibles.

Gijón es una ciudad industrial que creció gracias a su puerto. Solo con la industria y la actividad portuaria sobrevivirá, aunque sea importante potenciar el turismo. Esa es, por otra parte, su gran aportación a la economía asturiana. Los lamentos sobre la pérdida de población no pueden convertirse en rituales, aunque algunos parezcan cómodos en la situación de plañideros. Por eso es también imprescindible completar los accesos al Musel y a la ZALIA y realizar las infraestructuras pendientes, algo que favorecerá, además, a los barrios del oeste. Por eso es necesaria la puesta en marcha de la regasificadora y no parece razonable oponerse de forma cerrada a nuevas industrias, como la de reciclado de plásticos, otra cosa es que se exija el cumplimiento de la normativa sobre contaminación, que, por otra parte, esa planta ayudaría a combatir. No se olvide que Asturias no es una isla, menos un asteroide, forma parte del planeta, todo lo que aquí se recicle contribuirá a salvarlo.

El edificio de la antigua fábrica de tabacos ha recibido una inversión millonaria, como sucede con el metrotrén, dejarlo a medio terminar y sin actividad es un derroche que no podemos tolerar los gijoneses. Cuando era alcaldesa Paz Fernández Felgueroso hubo un proyecto serio para convertirlo en museo, retómese, mejórese, pero no se deje la obra inacabada. No sé hasta qué punto el muro de San Lorenzo es una prioridad, pero cualquier proyecto debe tener en cuenta la necesidad de mantener un acceso fácil a la playa para los visitantes habituales del resto de la región y de provincias vecinas y para el turismo en general, que, mientras el transporte público sea deficiente, seguirán utilizando el vehículo particular. Hacen falta aparcamientos baratos y suficientes, que se echan de menos en verano o Semana Santa. En cualquier caso, los proyectos de reforma deben ser financiables, la política municipal no se hace a base de infografías bonitas, los recursos son limitados y los necesita toda la ciudad, también los barrios.

En la campaña, en la local y en la regional, habrá que valorar el rigor de las propuestas y, sobre todo, que entrañen un verdadero proyecto para el futuro de la ciudad, tan ligado al de Asturias.