El sueño de una noche de verano: la gran coalición

César Casal González
César Casal LAS CLAVES DEL 23J

OPINIÓN

Feiioo, en el balcón de la sede del PP en Madrid tras conocerse los resultados electorales en la noche del domingo
Feiioo, en el balcón de la sede del PP en Madrid tras conocerse los resultados electorales en la noche del domingo Alberto Ortega | EUROPAPRESS

Los 16 millones de españoles que votaron al PP y al PSOE, rehenes de apenas 1,6 millones sufragios independentistas

25 jul 2023 . Actualizado a las 11:17 h.

No estamos en Alemania. Es imposible. Pero es verano. Y, saturados de política y odio, vamos a tocar un poco el arpa. Hablemos del sueño imposible de una noche de verano: la gran coalición. ¿Se imaginan? 16 millones de españoles que votaron al PP y al PSOE poniéndose de acuerdo para, con sus 258 diputados de 350, hacer todas las reformas que España necesita: reforma de la Constitución, acuerdo de la justicia, pacto por la educación, consenso con la sanidad... Un montón de españoles que dejarían de ser los rehenes de apenas 1,6 millones de votos independentistas que hay en este país, incluido en la suma el PNV. Se necesitan dos tercios del Congreso, 225 diputados para soñar a lo grande y al PP y al PSOE les sobran diputados para hacerlo. No lo veremos, pero qué gusto tener unos segundos para soñar esa posibilidad y pensar que en vez de españoles que nos odiamos somos alemanes que pensamos en mejorar nuestras vidas. España, adulta. Europa, además, nos miraría embelesada. 

Lo propone también el escritor Manuel Vilas sabiendo de igual manera que es imposible. Manuel Vilas lo dice en su artículo para la agencia Colpisa. Lo escribe de forma hermosa: «Si sumas los votos de PP y PSOE salen casi 16 millones de españoles que querrían una vida política razonable y europeísta. Unos más conservadores y otros más progresistas, pero me niego a pensar que esos 16 millones de españoles estén condenados a no entenderse, porque si es así fracasa el país entero. Por eso yo desde estas líneas les pido a los votantes del PSOE y del PP que se saluden por la calle, que se digan buenos días, buenas tardes, buenas noches, que vayan al cine juntos, que se inviten a cenar, que convivan, que se enamoren y que se besen. Se lo pido a los votantes, no a sus líderes, que no lo harán. Creo que Pedro Sánchez no se ha dignado ni a felicitar a Feijoo». Poco que añadir. 

«¡Que te vote Txapote!» y «no pasarán». Pero la poesía es efímera. Las emociones políticas son más contundentes. Este sueño de una gran coalición nació muerto. No hubo ni que esperar a que hablasen Feijoo o Sánchez. Los fans del PP concentrados en la calle Génova se pusieron a gritar el odioso «¡Que te vote Txapote!» y, en la misma ciudad, no demasiado lejos, en Ferraz, los fans del PSOE coreaban «no pasarán», un lema de la izquierda en la guerra civil. Nada más que añadir. Se votó una vez más con el estómago, no con la razón. Se votó de nuevo unos contra los otros. 

Amnistía y un referendo. Dejamos la poesía de la gran coalición totalmente a un lado y nos vamos a la realidad. 390.000 votos de Junts, que se pegó un tortazo importante, desde los 530.000 de las anteriores generales, lo son todo. Es la llave. Puigdemont es el que manejará los hilos de Sánchez. Nos hablarán que es el pacto por el progresismo, pero no tendrá nada que ver con eso. Puigdemont, de fugado a cancerbero de la Moncloa. Las dos primeras peticiones no son menores. Las escuchamos ayer: «Amnistía y referendo». Sánchez es un maestro en manejar esos acuerdos. Qué pena para esos 16 millones que vibran con Los Secretos, con Alcaraz y con el jamón ibérico.