Qué Cristo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

31 ene 2024 . Actualizado a las 13:05 h.

Porno en la Iglesia. El título no es una provocación sino que describe una práctica habitual en los templos románicos construidos durante los siglos XII y XIII. Los canteiros medievales esculpieron en piedra falos, testículos, vulvas y coitos de manera explícita con una intención que todavía hoy se discute y que demuestra que la Iglesia no ha sido siempre la misma ni su obsesión contra el sexo y su imaginería algo fundacional.

Por eso hay que asistir con interés antropológico a la indignación por el último cartel de la Semana Santa de Sevilla, pintado por Salustiano García y en el que aparece una representación del Cristo católico semidesnudo, semimaquillado y, según los denunciantes, semiafeminado.

Con el estupor que desde aquí nos provoca la vía andaluza de la Pascua con ese fervor ruidoso y multitudinario que en Galicia anda en retirada, se repasa el cartel y no se encuentran grandes diferencias con tantas imágenes en las que Jesucristo ha sido esculpido como un hombre anatómicamente superdotado en cuya perfección residía lo extraordinario. Durante años, casi la única manera de ver en público a un hombre desnudo y en plena forma era de procesión. Tampoco la acusación de amaneramiento resiste una retrospectiva histórica. Las capillas están llenas de imágenes de seres andróginos incluso de mujeres con barba clavadas en una cruz, como la Santa Librada a la que dio forma Andreu Sala en 1689.

Así que la amenaza que algunos sienten por el cartel de Salustiano García debe de venir de otro sitio. De un sitio que solo los ofendidos saben cuál es, aunque se parezca mucho a ese del que vienen los que se chotean de todo lo que les cheira a gay quizás por miedo a comprobar quiénes son ellos mismos.