Las deudas de Villa Magdalena y el Calatrava «se comen» 62 millones del presupuesto de 2017

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

OVIEDO

En función del capítulo en el que se incluya el pago de los intereses, el tripartito se vería obligado a recortar otros tres millones más para cumplir la ley de estabilidad presupuestaria

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La famosa herencia recibida a la que tanto apelaba Rajoy en su primera legislatura está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para el tripartito que gobierna en el Ayuntamiento de Oviedo. La sombra de Gabino de Lorenzo es alargada y los efectos de su gestión todavía hoy, cinco años después de que abandonase el cargo, condicionan el desarrollo de la capital. Solo en 2017, el consistorio tendrá que hacer frente al pago de 62 millones por la deuda de Villa Magdalena y del Calatrava. Además, el capítulo en el que se incluya el pago de los intereses, que está pendiente de determinar por los técnicos, podría suponer que el Gobierno local tenga que aplicar un recorte extra de tres millones sobre las cifras que manejan para cumplir la ley de estabilidad presupuestaria. El presupuesto final superará los 220 millones, por lo que los errores del gabinismo se comerán más del 25% del total.

Como suele ocurrir en estas situaciones, en caso de que sea necesario meter tijera, los más afectados serían los capítulos II y IV, los que engloban, por ejemplo, las ayudas sociales y las subvenciones. Esta opción, que desde el tripartito aspiran a evitar aunque desconocen si finalmente podrán hacerlo, se produciría en el caso de que los intereses por la deuda de Villa Magdalena y la de Calatrava (13 millones en total) se incorporasen al capítulo III de gasto, en el que se incluyen los intereses. En esta partida ya aparecen contabilizados 2 millones por los diferentes préstamos que tiene el Ayuntamiento, que junto a esos 13 sumarían 15 y supondrían un ahorro neto negativo y que no se cumpliese la ley de Estabilidad Presupuestaria.

En la reunión celebrada ayer, PSOE, Somos e IU estuvieron trabajando para analizar dónde podrían recortar en el caso de que finalmente tengan que optar por esa opción. Ese tijeretazo de 13 millones se paliaría en parte con los 10 millones de más, en comparación con las cuentas de 2016, que este año tienen las diferentes áreas. Pero todavía sería necesario un ahorro extra de 3 millones, que tendría que aplicarse principalmente en los capítulos II y IV, los destinados a gasto social, limpieza, subvenciones... «Por culpa de esos intereses nos veríamos obligados a recortar gasto social y no queremos eso», señala Rubén Rosón, concejal de Economía del Ayuntamiento.

La otra opción, que sería menos lesiva para las arcas municipales, sería que el pago de los intereses pudiese consignarse en el capítulo VI, el de las inversiones. En ese caso, el consistorio no estaría obligado a aplicar nuevas reducciones en el gasto porque no afecta al ahorro neto y tampoco a la estabilidad presupuestaria. En eso, en total, el capítulo de inversiones se situaría en 94 millones, de los que solo 13 serían inversión real, 49 el pago de la deuda y 13 el pago de los intereses de esa herencia recibida.

Entre 70 y 80 empleos públicos

La gran apuesta del tripartito para el próximo año es la contratación de personal para paliar la falta de trabajadores que, según aseguran, tiene el Ayuntamiento. Todavía no saben la cifra exacta de funcionarios interinos que podrán contratar, pero está previsto un aumento del gasto de unos 4 millones, hasta situarlo en casi 60 millones. La cifra final dependerá de lo que digan los técnicos, ya que no cobra igual, por ejemplo, un auxiliar que un técnico. Eso sí, el número total estará en una horquilla de entre 70 y 80 personas.