Un grupo de adolescentes agrede con una brutal paliza a dos jóvenes para robarles en La Corredoria

Pilar Campo OVIEDO

OVIEDO

Estado en el que quedó la espalda del joven agredido en una paliza en La Corredoria.Estado en el que quedó la espalda del joven agredido en una paliza en La Corredoria
Estado en el que quedó la espalda del joven agredido en una paliza en La Corredoria

«Creíamos que nos mataban. Nos golpearon con palos y a patadas», relatan las víctimas a LA VOZ.  La Policía ha detenido ya a dos de los seis agresores y busca a sus cuatro cómplices

25 jun 2017 . Actualizado a las 20:43 h.

Dos jóvenes, de 22 y 24 años, sufrieron una brutal paliza, el pasado sábado, cuando un grupo de seis adolescentes les agredieron, sin mediar palabra, para sustraerles las llaves del coche, la cartera, el móvil y los objetos de valor que portaban. Las víctimas fueron trasladadas en una ambulancia hasta el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde los facultativos certificaron la existencia de graves lesiones de las que aún tienen importantes secuelas.

La Policía ha detenido, en las últimas horas, a dos de los agresores, mientras continúan las investigaciones encaminadas a la localización de sus cuatro cómplices.

Las víctimas han reconocido a La Voz de Asturias que pensaron que se morían. «Creíamos que iban a matarnos, porque no paraban de pegarnos patadas en la cabeza y darnos golpes por todo el cuerpo, mientras nos amenazaban».

A golpes y patadas

O. V. y D.M. habían asistido a las fiestas de La Corredoria junto a un grupo de amigos. D.M  decidió retirarse antes de la fiesta porque tenía que trabajar al día siguiente. Al no haber consumido bebidas alcohólicas, se ofreció a llevar a su amiga en su coche hasta su domicilio. Cuando ambos se dirigían tranquilamente hacia el vehículo, un grupo de seis adolescentes, tres hombres y tres mujeres entre los que había menores de edad, se acercaron a ellos y les exigieron a gritos que «les entregáramos ya todo el dinero que llevábamos en la cartera», explican las víctimas.

Una de las agresoras se acercó a O.V. y, casi sin tiempo a reaccionar, le dio un tirón y, cogiéndola por el pelo, la arrojó al suelo con gran violencia, y comenzó a pegarla. «Me arrastró por la carretera y mientras D.M. me protegía me seguía pegando», comenta la joven. 

Al presenciar la escena, D. M. trató de proteger con su cuerpo a su amiga, momento en el que todo el grupo de agresores empezó a golpearle a él con un cinturón en la espalda, que estaba desprotegida debido a que la camisa se le había desprendido cuando intentaba zafarse de los agresores, propinándoles  patadas con gran ensañamiento dirigidos a la cabeza y a todo el cuerpo.

Entretanto, las agresoras sujetaron a O.V y, tras echarle la cabeza hacia atrás, le introdujeron los dedos en la nariz, lo que provocó que «empezara a sangrar y perdiera momentáneamente el conocimiento», describe la víctima.

«A mí me pegaron con un palo en la espalda y empezaron a darme patadas en la cabeza cogiendo impulso. Creí que me moría», asegura el joven D.M., que a las lesiones físicas une importantes secuelas emocionales mientras rememora la agresión.

Seguidamente, según consta en la denuncia efectuada en la Jefatura Superior de Policía de Asturias, otro de los integrantes del grupo de agresores sacó una navaja y, con la hoja abierta, la colocó en el pecho de D.M. «Según me intentaba levantar me dieron otra patada en la cabeza y caí al suelo. Una vez que ya estaba  en el suelo, ví cómo las chicas estaban registrando a mi amiga para sustraerle todo lo que llevaba. Incluso le rompieron un collar», relata. 

Las amenazas de muerte

D.M pidió a los agresores que dejaran de golpearles y en ese momento les dijo que «les daríamos todo, pero que dejaran de pegarnos». Sus peticiones no sólo no fueron atendidas sino que, lejos de marchar, otro de los agresores le cogió por la espalda y empezó a presionarle el cuello, intentando estrangularlo, lo que hizo que perdiera parcialmente el conocimiento. A continuación, otro de los agresores se acercó a él y, tras ponerle una navaja en el cuello, le instó, bajo amenazas de muerte, a que les entregara todo el dinero: «Dame todo lo que tengas, no me importa ir a la cárcel, os voy a matar a los dos», les exigió. D.M. logró zafarse del agresor y volvió a proteger a su amiga con el cuerpo, momento en el que las dos víctimas empezaron a recibir patadas en la cabeza y en el resto del cuerpo.

Antes de emprender la huida, los agresores sustrajeron la llave del vehículo y se dieron a la fuga con los objetos sustraídos a sus víctimas. Sin embargo, minutos después los agresores regresaron para intentar reanudar la agresión. Entre tanto, la Policía ya había sido alertada y las víctimas eran trasladadas al HUCA en ambulancia.

D. M. y O.V. se recuperan ya en sus respectivos domicilios de la brutal paliza, de la que los facultativos han emitido un parte de lesiones de ambos. El joven presenta contusiones en la cabeza, pinzamiento en las cervicales así como lesiones en manos y espalda,mientras que O.V tiene un esguince en un pie, contusiones en la nariz, en la cara y por todo el cuerpo.

«Queremos que se haga justicia. Lo que nos ha pasado no se lo deseamos ni a nuestro peor enemigo. Creíamos que nos mataban», resaltan D.M y O. V. mientras intentan olvidar la brutal paliza que sufrieron «sin comerlo, ni beberlo».