El padre del niño de 5 años al que atacó un mastín en Oviedo: «Menos mal que salí porque iba a comérselo»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Pelayo Molina, junto con su hijo de 5 años que fue atacado por un mastín
Pelayo Molina, junto con su hijo de 5 años que fue atacado por un mastín

Como resultado del ataque el pequeño tuvo que ser ingresado en la UCI Pediátrica del HUCA. Dadas las heridas ocasionadas en el cuero cabelludo precisó 48 grapas

06 may 2024 . Actualizado a las 15:12 h.

Tremendo fue el susto que se llevó una familia de Oviedo cuando el perro de sus vecinos atacó por sorpresa a su hijo de 5 años. El pequeño estaba sentado en las escaleras de acceso a la vivienda familiar, situada en el barrio de La Manjoya, junto con uno de sus hermanos cuando de repente el «enorme» mastín negro se abalanzó sobre él. Le enganchó por la cabeza y lo empezó a arrastrar por el suelo. No dejó de zafarse con el menor hasta que apareció el padre de este. «Me abalancé sobre él, soltó a mi hijo y escapó», cuenta Pelayo Molina, quien todavía se recompone de lo vivido.

Este trágico suceso tuvo lugar pasadas las nueve de la noche, poco tiempo después de que Pelayo llegase de trabajar. El progenitor de la familia se encontraba con su mujer dentro de la vivienda, concretamente en la segunda planta, mientras que dos de sus cinco hijos estaban fuera de la misma jugando. De pronto comenzó a escuchar los gritos de uno de sus retoños, el que tiene siete años. «Auxilio, que le muerde el perro», decía. Ante tales voces, este paraguayo afincado en Oviedo se asomó a la puerta y para su sorpresa vio como el mastín de sus vecinos llevaba a su hijo de cinco años como «si fuese una presa».

Sin pensárselo ni un segundo, Pelayo se abalanzó sobre el perro, quien inmediatamente soltó al pequeño y huyó corriendo. «Menos mal que salí porque sino iba a comérselo. Es un perro de unos vecinos que prácticamente no le dan de comer y un perro de ese tamaño pues necesita comer», asegura este padre de familia, quien una vez con su hijo en brazos llamó al Servicio de Emergencias. En menos de diez minutos, asegura, se presentó a las inmediaciones de su vivienda, en Llamaoscura, una pareja de la Guardia Civil y también una ambulancia.

Los agentes «tomaron cartas en el asunto», mientras que el personal sanitario atendió in situ al menor. Pero como el pequeño tenía «importantes heridas» en el cuero cabelludo, resultado del ataque, tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde fue ingresado en la UCI Pediátrica. «Durante 48 horas estuvo en observación y los médicos tuvieron que ponerle 48 grapas para cerrar las heridas», detalla el progenitor.

Tras su favorable evolución, el pequeño fue dado de alta en el día de ayer. Actualmente, «está en casa y estable»: «Gracias a Dios salió del peligro», dice su padre. Con el objeto de que al menor no le quede un trauma de por vida, sus progenitores planean llevarlo «cuanto antes» al psicólogo para que sea el profesional quien trate este asunto.

No es la primera vez que este mastín actúa de esta manera. «A algún empleado mío ya lo atacó. Por suerte, como traía en la mano alguna herramienta se pudo defender», asegura Pelayo, antes de apuntar que como nunca antes llegó a morder a nadie no se denunciaron estos hechos. No obstante,«sus dueños sí que tienen ya varias denuncias». «Son gente muy conflictiva y no tenemos relación con ellos, no cruzamos ni palabra con ellos, solo mantenemos la distancia», apunta.

Tanto Pelayo como el resto de su familia, al igual que el resto de vecinos, lo único que quieren es que se ponga fin al mal comportamiento de este animal para evitar un problema mucho mayor. «Lo que menos queremos es que tomen represalias contra nosotros porque yo tengo mi familia y mi hijo mayor que tiene 15 años muchas veces llega antes que nosotros a la casa y en verdad da miedo con esta gente. Ese es realmente nuestro mayor miedo», confiesa confiado.