El bolso de la reina «made in Asturias»

S.D.M.

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Letizia, con el bolso de Bruno Prieto, en la Feria del Libro de Madrid.Letizia, con el bolso de Bruno Prieto, en la Feria del Libro de Madrid
Letizia, con el bolso de Bruno Prieto, en la Feria del Libro de Madrid -

Letizia paga en la Feria del Libro de Madrid con un bolso de cóctel regalo único del artesano ovetense Bruno Prieto

28 may 2016 . Actualizado a las 10:49 h.

La reina ha comprado cómics y libros de filosofía durante la inauguración de la Feria del Libro de Madrid. Letizia ha abierto su cartera de mano y ha pagado en varios puestos editoriales. Si este gesto centra los titulares de los medios de comunicación generalistas, los blogueros y las revistas de moda ponen su foco de atención en otra cosa, en su bolso de mano. Esa cartera de piel de cabritillo de color blanco palo forrada en el mismo material pero en un tono rosa y trabajado en dobladillo, con bordes y muy redondeados es obra del artesano ovetense Bruno Prieto y tiene una historia propia. Prieto, que ha recibido decenas de llamadas interesándose por su trabajo, ha explicado que es una pieza única, creada ex profeso para ella y que le hizo llegar a través de su madre, Paloma Rocasolano. Quería que fuese un bolso de calidad y, sobre todo, ligero, pensando que pueda llevarlo en actos largos sin que se le canse la mano. Lo que nunca soñó es que lo iba a estrenar un acto tan mediático y con un gesto tan personal. 

Los padres de Bruno Prieto eran los padrinos de una de las hermanas de la reina. Las familias trabaron una amistad en Oviedo que aún mantiene sus conexiones. En concreto, el padre, Felipe Prieto, fallecido hace casi dos años, era un escritor y prestigioso artesano que había barajado la idea de diseñar para Letizia una pieza muy personal. Pero nunca llegó a hacerlo. Tan solo tuvo la oportunidad de coser unos patucos para la princesa Leonor. Así que Bruno, que tomó el relevo de la profesión y de la tienda, situada en el centro de la ciudad, también recogió el testigo del regalo. Hace unos meses, Paloma Rocasolano, de visita en Asturias, pasó por la tienda a saludarlo y él le preguntó qué le parecía si le diseñaba un complemento a su medida. Le dijo que sí. Eligió el material, los colores, el diseño y la técnica. Pensó en su estilo y en sus obligaciones. Cuando estuvo acabado, esperó la oportunidad para hacérselo llegar.

Esa ocasión se produjo hace unos meses, cuando regresó la madre de la reina a Oviedo. Bruno se lo entregó y no volvió a saber nada de su pieza hasta que el teléfono comenzó a sonar y periodistas ávidos de información comenzaron a interrogarle. «Cuando se lo regalé nunca pensé que podría tener esta repercusión. Ni siquiera sabía si lo iba a estrenar y menos en un acto de esta repercusión», ha explicado a La Voz. Es obvio que este gesto le ha reportado publicidad, pero Bruno está, sobre todo, «orgulloso» de su trabajo, porque sabe que crea «piezas de calidad» a la altura de una reina.