Ponce no viajó a Gijón por un problema personal pero una de las principales razones del bloqueo de la operación son las exigencias de su progenitor que pidió sin éxito algo más de 200.000 euros de comisión a los dirigentes del Sporting por la cesión de su hijo
09 sep 2016 . Actualizado a las 14:38 h.Ezequiel Ponce se aleja del Sporting según pasan los días. Una circunstancia extraña para una incorporación que, tal y como informaba el pasado sábado La Voz, quedó cerrada con acuerdo entre Sporting y Roma. Los italianos se hacían cargo de la ficha del atacante de forma íntegra y los rojiblancos disfrutaban de una cesión sin opción de compra. Entonces ¿qué ha pasado por el camino para que todo esté parado? El jugador tuvo un problema personal a principios de semana que paralizó su viaje pero hay más. Es cierto que la entidad rojiblanca no acaba de definir la situación pero todo tiene un porqué.
Como en algunas de las operaciones que mueve el mundo del fútbol siempre hay partes interesadas en obtener un rédito económico. Y en el caso Sporting - Roma - Ponce es precisamente lo que sucede. Nadie ha querido levantar la voz pero lo cierto es que el padre del atacante se puso en contacto con el Sporting para pedir una comisión por encima de los 200.000 euros para que su hijo jugara en Gijón. Los dirigentes rojiblancos rechazaron la petición pero la maniobra paternal no quedó ahí. Volvió a Roma y comunicó a los mandatarios del conjunto italiano que debían abonarle dicha cantidad para que el jugador saliera rumbo a Gijón. La entidad que preside James Pallota no daba crédito a la exigencia, más teniendo en cuenta que el salario del atacante lo pagaba la Roma. Lo cierto es que el padre de Ponce no es la primera vez que se ve envuelto en problemas. Ya protagonizó en los inicios futbolísticos de Ezequiel alguna bronca subida de tono con los dirigentes de Rosario que acabaron con el profesional posteriormente en Newell's.
En el conjunto italiano algunos de los mandatarios están muy cabreados y aunque públicamente nadie dirá nada creen que el padre de Ezequiel Ponce es un «sinvergüenza». Es lo más suave que se oye entre los giallorossi. Entienden que después de haber superado los baches generados por unas peticiones como las del Sporting (la Roma pagará la ficha entera del jugador) este contratiempo no era esperado.
Granada
Al padre del delantero argentino no le gusta Gijón. Es una ciudad que no le convence y por ello está moviendo a su hijo como si de un mercado se tratara. De hecho, el progenitor (no la Roma, ni el agente Matias Sabbag) está negociando con el Granada de Paco Jémez. El conjunto nazarí está dispuesto a asumir el 80% del salario del jugador. Este viernes hubo un encuentro con la entidad andaluza y a lo largo del fin de semana está previsto que el director deportivo del Granada, Javier Torralbo, mantenga algún tipo de conversación con su homólogo Walter Sabatini para tratar la situación del delantero. En el conjunto romano, pese a los tira y afloja, prefieren el Sporting. ¿El porqué? Los rojiblancos llevan desde el pasado año siguiendo al delantero y tienen un conocimiento del mismo mientras el conjunto andaluz no les convence porque no se ha trabajado esta línea. A ello se suma que Sabatini trabaja en la opción de incluir a Ponce en la operación de compra de Diawara, futbolista procedente del Bolonia. Entretanto el padre del jugador cree que en la entidad andaluza puede obtener la comisión deseada. No hay que olvidar que se trata de un club que acaban de comprar los chinos. De hecho, no se descarta que la próxima semana pudiera anunciarse su llegada.
El entorno del futbolista no ve con malos ojos la opción del Granada y creen que puede ser una buena plaza toda vez que el Sporting sigue deshojando la margarita y sienten que su futbolista está siendo utilizado como último recurso. Es decir, operación cerrada pero si sale algo mejor se descarta. Y no están por la labor de entrar en un juego donde pueden salir perdiendo. Sin embargo en esa versión ni una sola palabra sobre el dinero. El caso es que mientras la situación sigue estancada el tiempo pasa y el jugador sigue sin aclarar su futuro. Habrá que esperar la evolución de los acontecimientos.