Las conversaciones con el Sporting siguen en punto muerto con la duración de su contrato en el aire por la normativa FIFA. Hay interés de equipos españoles, italianos e ingleses por el jugador
09 sep 2016 . Actualizado a las 14:46 h.Meré, uno de los principales baluartes del Sporting, va camino de convertirse en algo más que un culebrón de verano con las posiciones distantes y las negociaciones sin avances. Es decir, un punto muerto que aboca a una situación más cercana a la salida que a la continuidad. La cuestión económica es uno de los asuntos donde limar asperezas, y es que los emolumentos que recibe el joven futbolista se alejan mucho de lo que están cobrando otros compañeros que juegan en su misma posición y las ofertas no se acercan, ni mucho menos, a esas cantidades.
El joven central ha apuntado en varias ocasiones su felicidad por vestir la rojiblanca, aunque también ha matizado que no depende única y exclusivamente de él la continuidad. Unas manifestaciones que hacen recordar lo sucedido con futbolistas como Luis Hernández o Jony. Dos jugadores fundamentales en el esquema de Abelardo que acabaron cogiendo la puerta de salida. Recientemente ha habido algún encuentro entre el director deportivo y el representante del futbolista, pero las conversaciones están en punto muerto.
En pleno mes de agosto a nadie se le escapa tampoco la polémica que rodea al contrato del profesional. En el año 2014 Meré firmó un acuerdo por cinco temporadas. El caso es que, según la FIFA, un profesional menor de edad solo puede firmar tres con lo que su vinculación concluiría esta temporada. Su agente, Gelu Rodríguez, defiende la legalidad del contrato y su vigencia hasta 2019. «Es legal. Otra cosa es que haya matices pero en ningún caso se puede hablar de ilegalidad», sostiene a preguntas de este periódico. La normativa es clara, pero el propio Sporting también ha defendido días atrás que mantiene alguna interpretación de la norma favorable a los intereses rojiblancos. Es decir, que ese acuerdo contemplaría su validez hasta dentro de tres años. El tiempo deberá determinar quién tiene la razón. Lo que queda claro es que hay antecedentes en la entidad sobre lecturas judiciales que no han resultado exitosas. El contrato de venta de Alberto Botía al Sevilla era «defendido por ocho de cada diez abogados», dijo en su momento el exdirector Alfredo García Amado. Al final, tenían razón los otros dos en un asunto que sigue sin estar cerrado.
Mientras, el jugador centra su cabeza en lo meramente futbolístico para la temporada que arranca el próximo domingo frente al Athletic de Bilbao. Al mercado veraniego le quedan 13 días. Tiempo en el que el Barça podría intentar algún movimiento, sobre todo, tras la cesión de Vermaelen a la Roma. A los culés les gusta el jugador y prueba de ello es que la pasada campaña el director deportivo, Robert Fernández, estuvo siguiendo al futbolista en el partido que disputó el Barça en el Molinón. No es el único. El Valencia también ha seguido sus movimientos e incluso desde Italia apuntan que el Inter de Milán podría estar interesado. El jugador tiene una cláusula de 25 millones de euros y Gelu Rodríguez nunca ha negado que ha recibido numerosas llamadas de muchos clubes interesándose por el futbolista, aunque ninguna se ha tenido en cuenta porque el chaval no pensaba en otra cosa que en el Sporting. En la actualidad señala que «están preguntando muchos pero nadie se ha dirigido oficialmente a nosotros».
El culebrón Meré debe escribir todavía unos cuantos capítulos aunque lo cierto es que el Sporting cometería un error dejando salir al jugador en el actual mercado. La cláusula marca 25 millones de euros, cifra a la que sí algún club llega poco se puede hacer, pero la entidad rojiblanca nunca ha sabido vender bien a sus valores. Hay algunos ejemplos de ello a lo largo de la historia. La afición tampoco comulga con la posible salida del central. Atrás quedan frases de Javier Fernández donde hablaba de asturianizar el Sporting después de los once fichajes de este verano o el valor de la cantera de Mareo. Al final va a resultar cierto aquello de que el Sporting estaba mejor intervenido por Tebas. Al tiempo.