Preciado, un ninot de 70 centímetros

Josu Alonso
Josu Alonso GIJÓN

SPORTING 1905

Manolo Preciado en figura
Manolo Preciado en figura Roberto Gómez

Una escultura del ex técnico del Sporting se cuela en las Fallas de Valencia. Su autor considera que el cántabro era «un ejemplo de cómo una persona puede recibir golpes en la vida y volver a levantarse»

07 mar 2017 . Actualizado a las 13:44 h.

El Sporting suele dar pocas alegrías a su afición. Es cierto que la última es la ampliación del contrato de Sergio Álvarez pero ello no tapa en conjunto una propiedad desastrosa, una inexistente dirección deportiva o un departamento de comunicación cuyo liderazgo hace aguas. Si se echa la vista atrás se pueden encontrar mejores momentos. El último ascenso o la época de Manolo Preciado son algunos. El técnico de Astillero llegó a la entidad rojiblanca para dar alegría a una ciudad y pasó a la historia del club y, sobre todo, a la mente de la grada.

La impronta de Preciado quedó plasmada en varios sitios. Gijón fue uno de ellos. Otro, Levante. De hecho en la Comunidad Valenciana no olvidan fácilmente al ‘bigotón’. Fruto de ello, los sportinguistas que se acerquen hasta Valencia con motivo del choque ante el conjunto ché, podrán encontrar un ninot de Manolo Preciado. El autor de la iniciativa se llama Vicente Francisco Lorenzo. Valenciano de 41 años, lleva en la sangre la tradición fallera. La inició su padre y cogió el testigo después de haber finalizado los estudios de Periodismo. «Llevo 18-19 años. Después de licenciarme en 1998, por vocación de mi padre que es artista fallero jubilado y la necesidad de trabajar empecé viniendo al taller y aquí me quedé». Curiosamente se volcó tanto que incluso implicó a su mujer que se dedicaba a peluquería pero acabó cambiando el peine por el lápiz y los bocetos de creación de figuras. Ahora el taller es cosa de dos.

Preciado es parte de una falla infantil dedicada a los niños. Es decir, es un muñeco que forma parte de una construcción mayor donde se representa una escena. Pero ¿de dónde nace la idea? «El tema de la falla de este año se titula «Después de la tormenta…» y pensamos que después de todas las dificultades que puede tener una persona como el bueno de Manolo Preciado nos encajaba muy bien. Aunque al final acabó en desgracia, el hombre superó muchas dificultades a lo largo de su vida y es un ejemplo. A ello se suma el concurso que organiza el Levante para la mejor figura», explica el autor. Pese a que ha llovido desde que el cántabro se hiciera con las riendas del Levante, allí no se olvida lo que hizo. «Estamos en un año donde el Levante lucha por el ascenso y aunqueél no fue el último que lo ascendió si los ubió después de 40 años. Es ideal para simbolizar la lucha de la vuelta a Primera, igual que lo hizo Manolo», añade el escultor.

La figura de Preciado forma parte de lo que se conoce como la Exposición del Ninot y se ubica en el Museo de la Ciencias Príncipe Felipe dentro de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Son 70 centímetros de ilusión y trabajo que «además de un pequeño homenaje» conlleva una explicación. «Hay que cumplir unas medidas obligatorias porque hay una representación de las casi 400 comisiones que hay en Valencia. El espacio es reducido y no puedes pasar de 75 centímetros de alto, 40 centímetros de profundo y 50 de frente. Si hubiera habido más espacio lo hubiéramos construido más grande». Esos 70 centímetros tiene tras de sí un gran trabajo. «Hemos tardado entre mes y mes y medio. Todo el proceso de la figura es artesanal y a ello sumamos, el acabado, la pintura... El material utilizado es poliestireno expandido. Dicho de otra manera, corcho blanco», sonríe Vicente.

En Valencia, la creación está teniendo bastante repercusión en redes sociales. Para Vicente, el ex técnico supone «lo mismo que para toda España. Una persona con mucho carisma y que transmitía mucho. Me atrevo a decir que era querido dentro y fuera del fútbol. No sé si por la historia de suvida, su forma de ser, por cómo se expresaba pero desprendía bondad y humanidad además de transmitir cariño. Es de esas personas que en la distancia te sirve de referente y ejemplo para la vida».

A este fallero no se le olvida que «unos meses antes de fallecer le escuche una entrevista con José Ramón de la Morena y se te ponían los pelos de punta. Aunque más escalofriante era el optimismo y las ganas de seguir adelante que siempre emanaba», apunta. Pese a que Gijón y Valencia están separadas por más de 800 kilómetros, el fútbol y las personas no entienden de distancias. Vicente cuenta que conoce una de las grandes frases de Preciado, mañana sale el sol. «Esas ganas de vivir después de tantos motivos como le dio la vida para bajar los brazos y abandonar la lucha teemociona, te motiva y te llega dentro».

Ninot indultado

El recorrido de Manolo Preciado va quemando etapas. Hasta el próximo 14 de marzo estará expuesto en el Museo de la Ciencias Príncipe Felipe. «Ese día la exposición se cierra y cada comisión recoge su ninot y lo lleva a su falla que se planta en la calle. El día 14 por la tarde nosotros estaremos plantando las fallas infantiles y en un momento dado llegarán los falleros y traerán la figura de Manolo para introducirla y que pase a formar parte del conjunto de la falla».

A partir de ahí a Preciado le pueden quedar cinco días de vida. La teoría dice que todo debe arder la noche del 19 de marzo. «Todo se quema salvo lo que denominamos el ninot indultat», apunta Vicente. «Con el precio de la entrada se puede votar por una figura adulta y otra infantil. Las que más apoyos reciban se salvan de la quema». Sin embargo, hay una segunda parte por la que un ninot se puede salvar. «Alguna entidad, persona, club… puede solicitar la medida de gracia pero de forma extraoficial hablando con la comisión de fallas. Por ejemplo, nuestra figura de hace dos años para el concurso del Levant efue rescatada por el club y la tienen en las oficinas expuesta. Si el propio Levante, el Sporting, la familia de Manolo… la solicitan todo se puede estudiar». 

Para acabar la conversación, este valenciano del 75 explica lo que mucha gente no comprende.«Nosotros trabajamos conscientes de que lo hacemos para quemar. Lo tenemos asumido porque es la tradición. El día 19 de marzo se quema todo, las fallas infantiles a las diez de la noche y las grandes a las doce. Es sagrado». Sin embargo, y pese a que el fuego es parte de la historia, Vicente reconoce que le gustaría que Manolo se salvara. «Por lo que representa y por la repercusión que veo que está teniendo sería bonito que la comisión se lo pudiera regalar a alguien que lo solicitase. Es una persona y un símbolo».