La Voz de Asturias

El amargo drama de la familia Arango: «En el incendio quedó la historia y los recuerdos de Robustiano y Pilar»

Asturias

Esther Rodríguez Redacción
El matrimonio Arango, formado por Pilar y Robustiano, al que se le quemó la casa el día de Nochevieja

El matrimonio de Allande habían invertido parte de sus ahorros para remodelar la casa. El fuego la calcinó por completo

09 Jan 2021. Actualizado a las 05:00 h.

Dos vacas y un coche son lo único que le queda a la familia Arango. La tragedia ha golpeado al matrimonio formado por Robustiano y Pilar, de 84 y 76 años, respectivamente, que han perdido su casa en Pomar, un pueblo de Allande, y con ella todos sus recuerdos en un incendio declarado el día de Nochevieja. «Ahí quedó su historia. Es un golpe muy duro porque no solo es la pérdida económica sino la emocional», asegura Antonio Tineo, yerno de esta pareja de ancianos. «Habían invertido parte de sus ahorros para remodelar la casa y adaptarla a las circunstancias personales. Mi suegra no goza de un buen estado de salud. Hace unos años recibió un trasplante de riñón y necesita unos cuidados especiales. Y ahora con este contratiempo, la salud mental también se ve mermada», añade. 

La tristeza se respira a diario, pero, a pesar del trágico suceso, la suerte también ha estado de su lado. «No hubo daños personales. De no ser porque mi mujer que estaba allí con ellos, estaríamos lamentándonos de una pérdida mayor. Afortunadamente han salvado su vida, que es lo más importante». Era la última noche del año. El matrimonio ya estaba acostado y también su hija Isabel, quien llevaba unos días con ellos para ayudarles porque habían operado a Robustiano de cataratas. De repente, la joven sintió un golpe y se despertó. Había caído una teja porque la casa estaba quemando. Alertó a sus padres, quienes se vistieron lo más rápido que pudieron y salieron del hogar. Al instante llegaron los vecinos y, horas más tarde, los servicios de emergencia, pero no pudieron hacer nada por recuperar los enseres y pertenencias del matrimonio.

Lo único que consiguieron salvar fueron «dos vacas, que mis suegros nunca quisieron desprenderse de ellas, y los dos coches. Uno de Robustiano y otro de mi mujer Isabel», relata Tineo. La casa quedó calcinada por completo. Por eso, ahora, la pareja de ancianos está viviendo en Prada con su hija Isabel. «La familia estamos haciendo todo lo que se puede. Lo que más nos preocupa es la pérdida emocional más que la económica porque están muy tristes y por la edad no gozan de un buen estado de salud», explica apenado el hombre. «Poco a poco se irán recuperando anímicamente. Me imagino que cuando la vivienda esté reconstruida ya estén mucho mejor», añade.

El matrimonio es muy querido en la zona y por eso tanto los vecinos como desde el propio ayuntamiento se han volcado desde un primer momento en ayudar. «En estos pueblos pequeños hay una unión muy grande y mucha solidaridad cuando alguien le ocurre una desgracia o un golpe grande. Hemos recibido un apoyo incondicional en todos los aspectos», afirma Tineo. Las circunstancias sanitarias no permiten que los allegados puedan acercarse para mitigar el dolor, pero las muestras de cariño hacia Robustiano y su mujer no son pocas. «El teléfono no para de sonar. Es el beneficio de vivir en los pueblos, que hay mucha fraternidad», apostilla.

Actualmente, han puesto en marcha una campaña, respaldada por el consistorio local, para recaudar dinero con el fin de recuperar cuanto antes la vivienda. Cualquier persona puede hacer una aportación económica a través de las siguientes cuentas bancarias: ES39 0081 5350 1000 0110 6714 (Banco Sabadell) y ES80 3059 0035 1032 6984 9828 (Caja Rural), que tienen como titular a Robustiano Arango Fernández. «Toda ayuda será bien recibida. Lógicamente, la gente tiene sus problemas y, por tanto, quien no lo pueda hacer o no esté en condiciones es totalmente comprensible. Son tiempos difíciles para todos. Pero, estamos seguros de que los vecinos se volcarán con la causa porque siempre están ahí para todo».


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