Las últimas reinas de Asturias

Casi 200 Daenerys, más de un millar de Aryas y también más de 600 Shakiras; pero ninguna Urraca. Era el lamento del doctor en Historia por la Universidad de Granada, Juan José Sánchez Carrasco, publicado en su cuenta de twitter días atrás y confesándose desolado porque la última mujer que había llevado el legendario nombre de la reina de León, había fallecido en el año 2015. Ya no quedan Urracas en España.

Hay nombres se pasan de moda, se quedan antiguos y desaparecen.Saber cuántas personas se llaman de una determinada manera con un sólo click es posible gracias a una aplicación del Instituto Nacional de Estadística, para ver las coincidencias nominales y también de los apellidos. ¿Qué pasa con los nombres de la monarquía asturiana? Y en concreto ¿qué pasa con las reinas? Pelayo es nombre bastante común en Asturias, y hay también, aunque pocos sin que lleguen a sonar extraños al oído, Fruelas y Favilas ¿pero y las reinas? Urraca, esposa del rey Ramiro, el gran constructor del Prerrománico, ya sabemos que no quedan ninguna desde hace siete años.

Gaudiosa es el nombre de la mujer legendaria del no menos legendario rey Pelayo, porque todo lo que rodea al primer monarca de Asturias está confundido con el mito y l leyenda. De ella apenas se sabe que reposa, supuestamente en Covadonga con su esposo. Pero hay más Gaudiosas en el presente: exactamente 52 repartidas entre Asturias, Valladolid, Barcelona y Madrid, con una media de edad de 75 años.

La mujer de Favila, el hijo del rey Pelayo que falleció luchando con un oso, se llamaba según la tradición Froiluba, posible contracción según los historiadores de Froila López, es decir, Froila hija de Lope, señor de los cántabros, importanes aliados de los astures en el nacimiento del pequeño reino del norte. No quedan Froilubas en el presente.

La hija de Pelayo, Ermesinda, se casó para afianzar esa alianza precisamente con Alfonso I. Pues hoy en día, todavía en el año 2022 hay 24 Ermesindas, con una media de edad de 80 años, y todas ellas residentes en Galicia, en las provincias de Lugo y Ourense.

A Alfonso, primero de su nombre, le sucedió Fruela, que se casó con Munia, procedente de los señoríos de Navarra. Y aún se nota porque hay ahora 88 Munias y muy jóvenes, con una media de edad de 25 años, es un nombre llamado a permanecer, y viven casi todas en el País Vasco aunque también constan en Madrid y Barcelona.

Tras Fruela reinó Silo, cuya esposa se llamaba Adosinda, que era hija de Alfonso I. Adosinda sigue siendo un nombre algo popular en la esquina noreste de España porque hay 143 de ellas, con una media de edad de 75 años, la práctica totalidad en Galicia, en Asturias, León y Zamora, pero quedan también en Madrid, Barcelona (provincias muy pobladas) y Alicante.

Esposa de Mauregato, el rey astur con el nombre menos gótico, fue Creusa; y quedan 20 Creusas en el presente, aunque el INE destaca que el número es tan bajo que no puede hacer una distribución geográfica; tienen de medias las Creusas 56 años.  

La mujer del rey Bermudo fue Ozenda, y nadie se llama así ya, aunque hay historiadores que afirman que es un error de transcripción del nombre y que realmente era otra Adonsinda. Tras Bermudo reinó Ramiro que tuvo dos esposas, primero Urraca (que sería nombre de reinas y notables en el medioevo español); y luego Paterna, pero ninguna mujer se llama así ya tampoco en el presente.

Ordoño I fue marido de Nuña, nombre hoy extinto. Tras él reinó Alfonso III cuya reina fue Jimena de Pamplona, y ese es un nombre que se ha mantenido: hay 20.158 Jimenas en España y su media de edad es de 9 años. Hay Jimenas para rato (y además hay 314 Gimenas, con G) y repartidas por toda la geografía peninsular, sobre todo por Castilla.

Reina de Fruela II fue Nunilo Jimena (y Nunilo ya queda ninguna, es también por cierto otra hipótesis del verdadero nombre de la Ozenda de Bermudo); y esposa de Fruela III fue otra Urraca, nombre con el que empezó el lamento del historiador.