La Voz de Asturias

Óscar Puente: «La competencia tiene trampa porque el esfuerzo para ir a Asturias que lo haga Renfe»

Asturias

L.O.

El Ministro de Transporte baraja que haya una opción española en la OPA a Talgo

15 Apr 2024. Actualizado a las 11:24 h.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, lleva a gala no rehuír ninguna polémica y enfrentarlas de cara, la hecho esta mañana a cuenta de su encendido debate con los posicionamientos de los operadores privados en España (que le reclaman una rebaja del canon) indicando que no apuestan más que por líneas ya consolidadas por el esfuerzo de la iniciativa pública. 

«La competencia, tras y como está planteada en el sector encierra una cierta trampa. Porque ¿dónde están entrando las competidoras? Están entrando en los corredores rentables: Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, Madrid-Sevilla. Pero el tren a Extremadura, eso que lo lleve Renfe. El esfuerzo que hemos hecho para ir a Asturias y Galicia, en material rodante, en infraestructuras, eso también que lo haga Renfe», dijo el ministro en un encuentro organizado por Europa Press.

En esa cita lamentó que en España se haya sido «más papistas que el Papa» en la liberalización ferroviaria señalando que aquí han entrado dos operadores privados (Iryo y Ouigo) «y eso no ha pasado en ningún otro país» relatando los duros requisitos los que Francia obliga a las empresas españolas para operar en su red.

Puente celebró hace apenas unos días la entrega de los primeros Avril, los trenes que permitirán la circulación de alta velocidad en las líneas de Asturias y Galicia y que tienen ancho ibérico, unas entregas también marcadas por la polémica debido a las largas demoras del fabricante, Talgo.

La OPA de Talgo

Precisamente sobre la situación de esta empresa habló en este encuentro el ministro indicando que la Oferta Pública de Adquisición (OPA) lanzada por el grupo Ganz-Mavag sobre Talgo plantea un «problema geopolítico», por lo que está a la espera de que se constituya una alternativa española por parte de otros inversores, con el auspicio del Gobierno de España si fuera necesario.

En unos desayunos informativos de Europa Press, el ministro ha defendido que Talgo es «una empresa estratégica a la que hay que proteger», por lo que espera jugar su papel en la autorización que el Gobierno le tiene que conceder a los húngaros para tomar el control de la empresa.

«Observamos la OPA con el máximo cuidado y a la espera de que otros actores entren en juego, entre los que se encuentran inversores y otros fabricantes. Se puede constituir una alternativa sin el auspicio del Gobierno, pero si hubiera que auspiciarla, valoraríamos esa opción. En eso estamos», ha añadido, respecto a si esa alternativa es española.

De esta forma, Puente ha abierto la puerta a que se constituya una alternativa a Ganz-Mavag, preferiblemente española, aunque el único otro fabricante nacional, CAF, no está interesado, pero las otras dos empresas --la francesa Alstom o la suiza Stadler-- sí tienen una amplia presencia industrial en España.

Más allá de preservar la españolidad de Talgo, Puente se ha referido al problema geopolítico que plantea esta operación, porque tiene una tecnología que incluso atañe a la movilidad militar de otros países como los bálticos, y todavía pesan los posibles nexos rusos o de extrema derecha del oferente húngaro (participado por el Estado de Hungría) a los que ya se ha referido en alguna ocasión el ministro.

Además de todo ello, Puente no cree que las fábricas de Ganz-Mavag en Hungría tengan la capacidad suficiente para resolver todos los problemas de producción que tiene Talgo.

«La tecnología de Talgo es muy moderna. No tenemos muy claro que las fábricas de Hungría tengan la capacidad para, en el corto plazo, resolver el problema de falta de producción que tiene Talgo. No es lo mismo tener una fábrica ahí, bueno, pues medio vacía, con una mano de obra acostumbrada, por ejemplo, a amolturar, que la tecnología de soldadura de aluminio. No parece que sea eso tan fácil de hacer en Hungría como se dice», ha justificado.

El ministro confirma así la postura del Gobierno de vetar la operación, aunque no con el mismo tono que usó hace unas semanas al asegurar que haría "todo lo posible" para frenar la OPA.

 


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