La Voz de Asturias

El jurado declara culpable al confitero de Avilés acusado de matar a su mujer

Avilés

EFE Avilés
El confitero de Avilés acusado de asesinar su su mujer durante el juicio

El veredicto asume las agravantes de parentesco y desprecio de género

16 Jan 2018. Actualizado a las 08:21 h.

El jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento, y las agravantes de parentesco y desprecio de género, al confitero de Avilés acusado de matar a golpes con una llave inglesa a su mujer en la madrugada del 26 de enero de 2016.

El jurado ha hecho lectura pública del veredicto en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que acogió la vista oral contra J.P.C., de 49 años, a lo largo de la semana pasada. El veredicto ha asumido las agravantes solicitadas tanto por la Fiscalía como por la acusación particular, que interesan una pena de 25 años de cárcel, y ha rechazado las atenuantes planteadas por la defensa, que pide la condena mínima. Tras la lectura del veredicto, el tribunal deberá dictar la sentencia condenatoria en los próximos días.

El acusado y su mujer Ascensión, que tenía 46 años, regentaban desde 2012 la confitería «La Duquesita», ubicada en la calle Fernández Balsera de Avilés. El negocio, que había sido explotado con anterioridad por los padres del acusado hasta su jubilación, no generaba los rendimientos económicos pretendidos por el matrimonio.

Según las acusaciones, esta situación provocaba situaciones de tensión y conflicto entre ellos, agravadas además por la mala relación que, desde hacía tiempo, existía entre la víctima y sus suegros. El Ministerio Público sostuvo durante la vista oral que el hombre decidió acabar con la vida de su mujer mientras ella dormía en el dormitorio conyugal tras haber salido a cenar.

El procesado aseguró no recordar nada al encontrarse aquella noche bajo los efectos del alcohol y las pastillas que había ingerido para «quitarse de en medio», superado por las deudas y la mala situación del negocio. En su declaración, apuntó que recuperó el conocimiento una vez ingresó en el Hospital Universitario Central de Asturias, y que fueron los policías que le visitaron quienes le habrían informado de lo sucedido aquella noche.

Los agentes que acudieron al lugar de los hechos expusieron durante el juicio que se encontraron el cadáver de la mujer en el dormitorio de la vivienda, con una almohada tapándole la cabeza y rodeada de sangre, y al hombre en estado «seminconsciente», rodeado de botellas y medio desnudo, e incapaz de articular palabra, incluso una vez trasladado al hospital San Agustín. Al día siguiente, ya ingresado en el HUCA, uno de los agentes explicó que el acusado, al preguntarle si conocía el motivo de su presencia allí, asumió haber hecho «algo malo», ya que había golpeado a su mujer con una llave inglesa.

Sin embargo, los agentes que le tomaron declaración policial, un día después de haber tenido el primer contacto con dicho policía, declararon que J.P.C. negó tener recuerdo alguno sobre los hechos, aunque sí reconoció que se le había pasado «por la cabeza» acabar con la vida de sus padres, hermana y esposa, para después suicidarse.


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