La Voz de Asturias

Revalorizando el cuidado

Opinión

Almudena Cueto

18 Mar 2020. Actualizado a las 23:00 h.

Hay una palabra que en estos días extraños se usa con mucha frecuencia. Es una palabra que tiene todo el significado del mundo, que concentra lo mejor de nosotros y nosotras. Esa palabra es el cuidado.  «Cuídate mucho» ocupa el fin de todos los mensajes, de los chats y de los wasup. Solemos acompañarlo de un emoticono con un beso.

El esfuerzo colectivo del aislamiento tiene una clara finalidad, tenemos que  cuidarnos, primero a nuestra persona, a nuestra familia y sobre todo a las personas mayores o colectivos de riesgo, por ellos hacemos lo que hacemos. Llamamos más a nuestros mayores, las preguntas de «si estás bien o necesitas algo» las hemos emitido más veces en las últimas horas que, quizás, en el último lustro.

Salimos a las ventanas a aplaudir el cuidado. Entendemos que los comercios, los bares, las instalaciones públicas, las zonas de ocio, los parques y las playas cierren porque tenemos que cuidarnos. Sabemos que las pérdidas económicas serán sustanciosas. Entendemos que hay prioridades mayores que la creación de la riqueza, incluso que el mantenimiento del empleo. Cuando esto pase, haremos balance y pondremos en marcha medidas de recuperación, pero ahora a lo importante, a cuidarnos y a cuidar a los demás.

Si en situaciones tan extremas como la que nos ha tocado a vivir, que marcarán seguro nuestra manera de entender el mundo,  nuestras prioridades y nuestros valores, tanto individual como colectivamente, el cuidado es lo más importante podríamos, siquiera dedicar los minutos que lleve leer este artículo (ahora que los tenemos) a reflexionar por qué las tareas del cuidado no han estado lo suficientemente valoradas en nuestra sociedad, en ningún momento de nuestra historia, jamás.

Como tengo a mi peque revoloteando a mi alrededor no me da tiempo a realizar un análisis sesudo de la realidad, por lo que voy a permitirme importar datos directamente de la publicación Mujeres y Hombres en España del Instituto de la Mujer e Igualdad de Oportunidades.  Esta era la realidad hasta los últimos cuatro días:

He cogido algunas magnitudes al azar, son casi interminables las brechas y diferencias en la asunción de las tareas del cuidado. No es plagiar lo que pretendo, sino poner sobre la mesa la importancia de la economía del cuidado, esa que las mujeres realizamos desde siempre gratuitamente, pero con unos importantes costes. Esa que cuando se realiza como actividad empresarial la sociedad no le otorgamos prácticamente valor añadido. Esa que hoy más que nunca muestra su esencialidad.

Espero que hagamos una reflexión colectiva y pongamos el foco en lo importante. Que valoremos después de que esto pase la importancia del cuidado de nuestra gente. Espero que, los hombres en cuarentena reflexionen y valoren la importancia del cuidado de los suyos. No se trata solo de traer el pan, nuestra sociedad venía exigiendo más, las mujeres venimos exigiendo más corresponsabilidad y este es un momento para ponerla en marcha. Un experimento acelerado y forzoso, pero que nos servirá para salir más fuertes, la corresponsabilidad crecerá no lo dudo.

Y lo dicho, a cuidarse mucho.


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