El «enmascarado» grupo «underground» de Oviedo: «Nuestro sueño es ser banda de acompañamiento de Bertín Osborne»
La Voz de Oviedo
A pesar de su corta trayectoria, Ukelele Joe & sus Hula Sakers se ha hecho ya un pequeño hueco en el panorama de la música independiente. La clandestina banda ha sido telonera de artistas consagrados y este año compartirá cartel con los afamados Scorpions. Pero, ¿cuál es el secreto de su éxito? Te lo contamos
19 Apr 2024. Actualizado a las 09:34 h.
Los cambios culturales producidos en los años 60 hicieron que la música underground ganase popularidad significativamente. Con un enfoque desafiante y original, esta corriente musical que abarca una amplia gama de géneros y aboga principalmente por la independencia artística y la autoexpresión llegó a impactar en todo el mundo. A día de hoy todavía existen agrupaciones que mantienen con vida ese espíritu oscuro como Ukelele Joe & sus Hula Sakers. Esta «misteriosa» banda con sello asturiano, pese a su corta trayectoria, se ha hecho ya un pequeño hueco en el panorama de la música independiente con sus vibrantes y enérgicas actuaciones.
Conformada por cuatro asturianos que prefieren ocultar su identidad con máscaras de luchadores mexicanos, la clandestina agrupación ha sido ya telonera de Messer Chups, Doctor Explosion, los Cynics, Tito Ramírez, King Kham & the Shrines, entre otros muchos artistas consagrados. Compartirán además este verano escenario con Bad Religion, Yunglub o Arde Bogotá en la nueva edición del Tsunami Xixón en la que la banda alemana Scorpions será cabeza de cartel. Formarán también parte de la serie de conciertos que se enmarcan dentro del Azkena Rock, el festival que se celebra cada año en Vitoria, Álava, y que es «cinco veces mayor» que el ya citado festival asturiano.
«Somos los únicos asturianos que vamos compartiendo cartel con grandes de la escena a nivel mundial», aseguran orgullosos. Y no es para menos. Estos cuatro «extremadamente divertidos» amigos tan solo llevan un par de años tocando juntos para hacer sonar una mezcla de punk, rock and roll y música surf. Dan así vida y ritmo a aquellos «frescos y simpáticos» temas que ellos mismos componen y cuyas letras no estas exentas de «mucha irreverencia y humor negro».
Sobre sus inicios
El alma máter de todo este proyecto musical fruto de la «casualidad» es Ukelele Joe. Al responsable de poner voz a las canciones y de tocar eléctricamente el instrumento hawaiano al que debe su nombre artístico le invitaron en el 2016 a dar una sesión vermú en el chigre cultural La Lata de Zinc, en Oviedo. Sin pensárselo ni un segundo aceptó la propuesta y buscó refuerzos. Como conocía «de toda la vida» al Dr. Spassmo, le preguntó si se animaba a tocar la guitarra, a lo que este le respondió con un rotundo sí.
Tocaron juntos y al ver que hacían un dúo «guay» decidieron incorporar una batería acústica. Estuvieron durante tres años amenizando bares y fiestas por toda Asturias, fueron incluso a actuar a Ribadavia, en Ourense, y a un festival que se celebra en la ciudad italiana de Bérgamo. «Tocábamos a cambio de unas cervezas, no teníamos esperanza de nada», aseguran los dos artistas, que paralelamente hacían sonar sus instrumentos en otras bandas clandestinas de la región.
Con la llegada de la pandemia del coronavirus, Ukelele Joe y Dr. Spassmo decidieron aprovechar el tiempo para adaptar al eléctrico los temas que habían sacado hasta la fecha. Fue en ese momento cuando se dieron cuenta que necesitaban un bajista en el grupo y es ahí cuando entra en escena el Chaparrito Rabioso. Al cabo del año pasa a formar parte del grupo el Barón de Motorilo, quien se pone a los mandos de la batería. Y así es como queda «la alineación definitiva».
«Aquí no cambiamos ya ni una coma», apostillan, dejando claro que no se plantean ni siquiera quitarse las máscaras para subirse a los escenarios. «Cuando nos hagan una oferta como a Kiss lo haremos», asegura Chaparrito Rabioso. «Tendría que haber mucho dinero encima de la mesa», bromea Ukelele Joe, a quien «estéticamente» le gustan las caretas y considera que el anonimato «tiene su rollo». «Cuando tocamos el tema Mueve las nalgas, al final acabo moviendo las nalgas de verdad. Me quito los calzoncillos y la gente hasta me da palmadas en el culete. Y eso solo lo podría hacer llevando la máscara, es el poder que te da. Tú te tapas y puedes hacer lo que quieras», confiesa el bajista.
Allá por donde van, Ukelele Joe & sus Hula Sakers crean siempre un ambiente festivo y no faltan sus famosas congas en cada espectáculo que dan. «No tocamos por tocar sino que buscamos generar un clima en el escenario y transmitir esa energía», señala el batería de la banda ovetense. «Queremos que la gente se mueva, no que salga del concierto diciendo qué bien toca el ukelelista o el bajista», apunta el encargado de hacer sonar la guitarra eléctrica, a lo que el bajista apostilla que para ello cuentan con canciones «originales y divertidas». «Aunque también tiene su mérito, es muy fácil tener un grupo de versiones o tributo. pero nosotros no buscamos el virtuosismo de las canciones, sino que estas sean rápidas y frescas», aclara.
Y, ¿en qué se inspiran realmente a la hora de componer estas canciones que no dejan indiferentes a nadie? «En todo. Tenemos desde temas basados en la comida mexicana, como puede ser El taco de la muerte, hasta rancheras», precisa el alma mater del grupo. En este punto el Dr. Spassmo desvela que «nuestro sueño es ser banda de acompañamiento de Bertín Osborne»: «Hemos hecho esta canción para ver si le acaba llegando en algún momento y así cumplir ese anhelo», confiesa. Los asturianos escriben también sobre leyendas urbanas que ellos mismos se inventan como puede ser La Criatura de Rodiles, «que te ataca si no te ve bailando», además de tener temas basados en la música country. «Estamos ya trabajando para sacar una samba», revela Ukelele Joe.
Publicación del primer disco
Una amalgama de estilos musicales que intentan «pasar siempre» por el filtro del punk o del rock and roll. «Tratamos que la canción sea echada para adelante. La ranchera, por ejemplo, no es una al uso, sino que tiene nuestro toque personal», asegura el Barón de Motorilo. Dotan así de cierta personalidad cada una de las canciones que componen y para que estas no queden en el olvido, los cuatro amigos se propusieron grabar un disco. Bajo el nombre de Ukelele Joe & sus Hula Sakers mueven sus nalgas alrededor del mundo el LP ha visto hace unas semanas la luz. Se puede adquirir a través de la página web del sello Family Spree Recordings o en cada uno de sus conciertos.
Editado por el sello madrileño Family Spree, el vinilo se conforma por un total de nueve «simples» canciones a las que estos artistas enmascarados dieron «un toque diferenciador». Grabaron los temas en el mismo sótano en el que ensayan. Lo hicieron en dos sesionesm, pero, aprovechando que son amigos del propietario del bajo, cada dos por tres acudían para incorporar ciertos sonidos y realizar los arreglos necesarios en cada composición. «Tuvimos que dejar de incluir y meter cosas en las canciones, porque claro, luego tenemos que defenderlas en directo y lógicamente no vamos a tener 50.000 instrumentos para hacerlo», confiesa el Barón de Motorilo.
A pesar de su relativo anonimato, la comunidad de seguidores de Ukelele Joe & sus Hula Sakers no deja de crecer. Esta banda ovetense se ha metido a los amantes de la música underground en el bolsillo y lo han hecho por sus propios méritos. Desde sus inicios se las ha apañado para poder tocar por los diferentes puntos de nuestra región y también de fuera de la misma. No cuentan con agentes externos, por lo que ellos mismos remueven cielo y tierra para poder dar sus propios conciertos. «No tiramos ni siquiera de contactos», confiesan.
Comparten cartel con grandes artistas
Por suerte, y también por talento, ya no tienen que andar llamando a las puertas, sino que ahora les toca a ellos abrir, incluidos los organizadores de grandes festivales. «Desde el Tsunami se pusieron en contacto con nosotros porque el año pasado tocamos en el Paseo de Begoña, dimos un concierto en la calle, y creemos que alguien del festival nos vio, le gustó y nos llamaron para tocar en el escenario grande», señalan orgullosos. Lo mismo ocurrió con el Azkena Rock Festival. «Nos escribieron por el Instagram, nos mandaron un mensajes desde una cuenta que parecía un poco fake y hasta que no nos mandaron la propuesta con el contrato y todo no nos lo creíamos», cuentan sin caber todavía de sí en sus gozos.
Están muy ilusionados, y no es para menos. Al Barón de Motorilo, el Azkena Rock «siempre» fue el festival que más le gustó. «Recuerdo ir a ver los grupos que más me habían flipado de los años 60-70 como Radio Birdman, MC5, The Kinks… y es precisamente por eso por lo que me hace especial ilusión tocar, porque ahí vi a muchos de mis artistas de cabecera», confiesa. Para el resto de la banda es también «un orgullo» compartir cartel con Marillion, Arde Bogotá, Mariners o los famosos Scorpions.
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Son tantos los conciertos que han dado que Ukelele Joe & sus Hula Sakers tienen anécdotas «a porrón» sobre los escenarios. Y de lo más surrealistas. «El otro día me metieron un cigarrillo en el culo», cuenta el bajista del grupo, antes de recordar que una vez se quitó el pijama, lo tiró al público y una chica se lo puso y se subió a bailar con ellos. Se lo pasan siempre «tan bien» que acaban saltando con la gente «a empujones» y empapados de cerveza. «Es ya rutina», señala. Pero no todo son risas. «Alguna vez nos robaron los instrumentos», confiesa el batería de esta agrupación musical ovetense. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana algún amante de lo ajeno se marchó con el ukelele. «Me descuidé un momento y cuando me di cuenta ya no estaba», lamenta el responsable de hacer sonar esta especie de mini guitarra.
Seguir creciendo poco a poco
Y mientras se lo pasan en grande en los escenarios y hacen disfrutar a todo aquel con su música, Ukelele Joe & sus Hula Sakers van poco a poco rellenando su agenda de conciertos. «Nos surgen cosas con las que no contábamos, y creemos que nos van a seguir surgiendo», aseguran antes de señalar que para tocar «no tiene porque ser un festival, si nos llaman de un bar pues vamos encantados»: «Nos hace la misma ilusión». Ahora, de cara al verano, les gustaría poder actuar por los diferentes chiringuitos de playa. Y si hablamos de futuro, el sueño de esta banda ovetense es poder actuar en un estadio azteca o en un ring de lucha libre de México, además de hacerse un hueco en el mercado «europeo, americano y asiático». «Cuantos más países, mejor», rezan.