Parque Principado, el gigante que quiere seguir creciendo
Siero
La ampliación del centro comercial de Siero abre una brecha entre los socios de coalición del gobierno de Asturias y desata la incertidumbre sobre el futuro de la regulación comercial en la región
21 Dec 2025. Actualizado a las 05:00 h.
Parque Principado, de Paredes (Siero) es, hoy por hoy, el mayor destino de ocio y compras de Asturias. Tiene una ubicación privilegiada y una extensión y servicios que hacen que confluya en él toda el área metropolitana de la región. Son 402.000 metros cuadrados de superficie total y 108.000 metros cuadrados de superficie comercial. Dispone de más de 5.000 plazas de aparcamiento, acoge a más de 160 operadores y mantiene alrededor de 3.000 empleos, con un flujo anual de unos 11 millones de visitas, lo que lo sitúa muy por encima del resto de grandes superficies de la región. Con todo, este tamaño parece que no es suficiente. Su actual propietaria, la alemana ECE, quiere que siga creciendo. La empresa y el Ayuntamiento de Siero han diseñado tras una larga negociación un proyecto para ampliar el centro.
Esta ampliación trascendió el pasado 10 de diciembre. Consistiría en un incremento de 20.000 metros cuadrados de superficie comercial, proyectados sobre parte del aparcamiento actual, con construcción de nuevas galerías de tiendas. Por otra parte, ECE cedería entre 80.000 y 90.000 metros cuadrados de terreno de su propiedad, situados detrás del centro, en la zona de Paredes, cerca de las instalaciones de Mercedes, que se destinarían a construir un nuevo barrio residencial, cuyos residentes aprovecharían la proximidad a transporte público, colegios y servicios municipales.
El alcalde de Siero, Ángel García, «Cepi», confirmó posteriormente en una rueda de prensa su intención de sacar adelante el proyecto de expansión de Parque Principado, y tras sus declaraciones, la propuesta, con independencia de que acabe saliendo adelante o no, se ha convertido en el centro de un debate político que afecta poderosamente a la coalición de gobierno que forman PSOE e Izquierda Unida (IU).
García, que lleva tiempo negociando con ECE, defendió la ampliación especialmente por dos motivos: el primero, que crearía entre 500 y 1.000 nuevos empleos, y el segundo, la construcción de vivienda, con un modelo que permitiría el acceso a este recursos a la población joven, en un contexto de escasez y precios altos que lo hace mucho más atractivo.
A pesar del entusiasmo del regidor, la respuesta a su propuesta no fue tan favorable como cabría esperar. Las tensiones comenzaron con la respuesta oficial del consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, de IU, el pasado martes, día 16 de diciembre. El consejero y el director general de Ordenación del Territorio, Ignacio Latierro, se mostraron muy reticentes respecto al plan.
En primer lugar, Zapico cuestionó el propio motivo de la cesión de terrenos, que a su juicio estaba muy lejos de tener un «componente filantrópico». Y a continuación anunció que el Gobierno autonómico miraría el proyecto «con mucha atención». Los responsales de Urbanismo no creen que Parque Principado pueda extenderse más, y la cesión sería una forma de eludir eludir restricciones normativas.
Porque ese es el verdadero problema. Latierro advertía de forma categórica que«con las actuales directrices sectoriales de comercio, la ampliación del Parque Principado está expresamente prohibida». Y sostiene que modificar el ordenamiento requeriría una tramitación mucho más compleja de lo que, en un principio, plantea el Ayuntamiento de Siero. Es una operación que desafía la normativa autonómica vigente de manera directa y que, de ser aprobada, exigiría cambios sustanciales en el marco territorial de Asturias. No bastaría con la normativa municipal.
Ante este choque frontal de valoraciones, el presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, quiere mostrar una posición conciliadora. Después de recomendar prudencia y que no se hagan manifestaciones en caliente, señala que antes que nada hay que presentar el proyecto formalmente, analizarlo y evaluar su viabilidad jurídica. Pero el presidente no obvia que vaya a haber problemas normativos y reconoce que «hay que reformular las directrices comerciales». A hacerlo, está admitiendo que existe la prohibición, y que cualquier avance del proyecto exigiría cambios en la legislación autonómica, una afirmación que no le sienta bien a IU pero que abre una puerta de viabilidad a su compañero de partido, Ángel García.
A pesar del intento de Barbón de calmar las aguas, Cepi no se mostró tan moderado. Aunque manifestó su alegría por las palabras del presidente, lamentó públicamente, en un ataque frontal a Zapico, el hecho de que haya «algunos políticos en el Gobierno del Principado de Asturias que siempre rechazan y ponen trabas a cualquier proyecto que sale desde Siero». E insistió en su defensa del proyecto como empuje para la economía local.
«Cuando una empresa quiere invertir varios millones de euros, generar puestos de trabajo pagando todo lo que corresponda sin ningún tipo de beneficio fiscal ni de ayudas y encima generando un suelo público para la construcción de vivienda, creo que cualquier persona, cualquier ciudadano que tenga sentido común, entenderá que es una muy buena propuesta», sostuvo.
Por otra parte, el mandatario rechazó la idea de que se está saltando la ley, y criticó unas directrices económicas que, a su juicio, están obsoletas. Y por otra parte recordó que el Gobierno autonómico ya dio en 2022 instrucciones para modificarlas, a pesar de lo cual el cambio no ha llegado todavía. Cepi lleva mucho tiempo intentando que la normativa regional se adapte para poder realizar operaciones de más calado en el concejo. Un buen ejemplo es la implantación del gigante Costco en suelo sierense, que también requiere cambios normativos. «Si pudiésemos empezar mañana sería ideal», dijo acerca de la modificación del marco normativo.
Detras de la propuesta de cambio de las normas está el modelo de relación entre los municipios y la comunidad autónoma, y también el peso que la gran inversión tiene en el desarrollo económico de Asturias. No es sector productivo sino comercial, y choca inevitablemente con un comercio local en clara decadencia. La normativa asturiana limita en parte los centros masivos precisamente buscando proteger al pequeño comercio, pero el equilibrio es complicado. Porque frenar las grandes inversiones podría acarrear que estas se fueran a comunidades cercanas, que podrían causar el mismo efecto sobre el comercio local sin dar a cambio beneficios en forma de impuestos o empleo.
El equilibrio es difícil, y también lo es el de las fuerzas políticas con intereses o visiones distintas. A partir de enero se darán los próximos pasos con la presntación del proyecto en el Principado. La decisión del Gobierno regional marcará entonces el paso de la iniciativa. Estarán en juego, entonces, no solo el proyecto de Siero sino también la deriva de la legislación comercial de Asturias y la relación entre IU y el PSOE en el Principado.