Israel mata en Damasco al oficial de la Guardia Revolucionaria iraní que servía de enlace con el régimen de Al Asad

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Mohamed Reza Zahedi dirigió en el pasado las Fuerzas Aéreas y Terrestres de la república de los ayatolás. Junto a él han muerto otros cinco oficiales

02 abr 2024 . Actualizado a las 02:24 h.

Israel golpeó este lunes con contundencia a la élite militar de Teherán, acción que hace temer una escalada bélica. Su fuerza aérea bombardeó el consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, y acabó con la vida de siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán, entre ellos los generales Mohamed Reza Zahedi y Mohamed Hadi Haj Rahimi. Zahedi actuaba de enlace con el régimen de Bachar al Asad y dirigía las operaciones encubiertas en Siria y el Líbano para el transporte de armamento y municiones que reciben las milicias proiraníes para hostigar a Tel Aviv.

Dos cazas F-35 israelíes fijaron a Zahedi como su objetivo, aunque los altos mandos militares del Estado judío evitaron comentar una operación que fue monitorizada por el Mossad y que supone uno de los golpes más duros contra Irán en Siria. El militar de 65 años había sido en el pasado jefe de las Fuerzas Aéreas y Terrestres iraníes y era un vínculo clave del régimen de los ayatolás con el de Al Asad. Como comandante de la Fuerza Quds, la sección para el extranjero del cuerpo miliar de élite iraní, en Damasco, lideró «operaciones encubiertas» en el Líbano y Siria. Es el oficial persa de más rango que ha muerto desde que EE.UU. eliminara en el 2020 al líder de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani, en Bagdad.

El bombardeo se lanzó sobre las 17.00 horas desde los Altos del Golán, cuando en el consulado tenía lugar una reunión entre mandos de la Fuerza Quds con miembros de la Yihad Islámica palestina para discutir sobre el desarrollo de la guerra de Gaza, en la que Irán se ha implicado de forma asimétrica. El embajador iraní en Siria, Hossein Akbari, junto a su familia, estuvieron también presentes en la reunión, aunque salieron ilesos del ataque. Fue el primero en prometer venganza: «El régimen sionista actúa contra las leyes internacionales, por lo que recibirá una dura respuesta por nuestra parte», expresó a la televisión estatal de su país.

Golpe nacido del fracaso

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, remarcó en un comunicado no solo la intención de represaliar el ataque israelí, sino que este nació de la incapacidad del primer ministro Benjamin Netanyahu de cerrar los objetivos de su guerra en Gaza. «[Netanyahu] ha perdido el equilibrio mental porque ha enfrentado derrotas consecutivas en Gaza y no ha logrado los ambiciosos objetivos de los sionistas», adjuntó.

El ministro de Exteriores sirio, Faisal Mekdad, trasladó a su homólogo persa la «enérgica condena de Siria a la agresión fascista israelí», que aseguró que no alterará las relaciones entre los países de la órbita chií. Además, pudo visitar el consulado, ubicado en el blindado barrio Mezze de Damasco, donde suelen residir familias adineradas o vinculadas a Teherán o la causa palestina.

El bombardeo del consulado se produce solo tres días después de que un ataque israelí alcanzara los depósitos de misiles del Hezbolá en el aeropuerto de Alepo. Según la oenegé Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, fue el ataque más mortífero contra el país árabe en los últimos tres años, tras un balance de 53 muertos, entre ellos 38 soldados sirios y siete miembros de la milicia chií.

Por parte de Estados Unidos, principal aliado de Israel en la región, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, señaló que la Administración de Joe Biden está investigando el suceso en suelo sirio, pero que actualmente no tienen una «postura oficial» para evaluar el ataque. No obstante, remarcó que EE.UU. monitoriza «cualquier cosa que provoque una escalada del conflicto en la región», máxime cuando afecta a la seguridad de Israel.

Fuentes militares de Tel Aviv consultadas no quisieron mencionar nada acerca de qué efecto tendrán las represalias prometidas por Irán, pero la costumbre les prepara para poner dos ojos en el Líbano y en el mar Rojo, donde operan los hutíes.

Netanyahu, listo para el cierre de Al Yazira tras el visto bueno del Parlamento

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, recibió ayer con los brazos abiertos la aprobación en la Knéset, el Parlamento, de la ley que permite a miembros del Gobierno cerrar medios de comunicación extranjeros. Con esta norma buscará eliminar la emisión de Al Yazira, la televisión de Catar, a quien considera «portavoz de Hamás» y que capitanea la cobertura informativa en Gaza.

«Al Yazira ha dañado la seguridad de Israel, participó activamente en la masacre del 7 de octubre e incitó contra los soldados de las Fuerzas de Defensa. Es hora de retirar el portavoz de Hamás de nuestro país. El canal terrorista ya no transmitirá desde Israel», escribió en un mensaje publicado en la red social X. La ley permitirá al ministro de Comunicaciones, previo visto bueno de Netanyahu, ordenar el cese de canales extranjeros si sus emisiones amenazan directamente la seguridad del país, una medida más relajada pero que también existe en países como Irán o Siria.

La medida anunciada por el primer ministro israelí llega en un momento en el que su reputación está en horas bajas. 100.000 personas se congregaron ayer en Jerusalén para exigir su dimisión y convocar elecciones al considerar que Netanyahu no ha priorizado el intercambio de los aproximadamente 130 rehenes que siguen en manos de Hamás y que se desentiende del sufrimiento de las familias que fueron atacadas el 7 de octubre.

El asedio de Tel Aviv al hospital Al Shifa deja cientos de cadáveres y el centro queda fuera de servicio

Dawoud Abu Alkas | REUTERS

Tras dos semanas de asedio al hospital Al Shifa de Gaza, el Ejército de Israel se retiró ayer dejando tras de sí cientos de cuerpos calcinados y en descomposición y fuera de servicio el mayor centro hospitalario de toda la Franja, con enfermos aún encamados, más de veinte de ellos en situación crítica. Un ejercicio que sirve de preludio a una invasión de la ciudad de Rafah, al sur de la Franja, ya autorizada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Al Shifa era uno de los pocos hospitales del norte de la Franja que aún funcionaba de manera parcial. Según un comunicado del propio Ejército, «las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas en torno al hospital Shifa y abandonaron el área» con un saldo de 200 presuntos terroristas de Hamás abatidos, además de 900 sospechosos detenidos, 500 de los cuales serían miembros del movimiento responsable de los ataques del 7 de octubre y de Islámica y de Yihad Islámica, incluyendo varios altos mandos de ambas facciones palestinas.

Las informaciones difundidas por las autoridades de la Franja de Gaza suman además que las fuerzas israelíes acabaron con la vida de 400 civiles, incluyendo una doctora y su hija. «La mayoría de los cuerpos se están descomponiendo y llegamos a cuerpos que son esqueletos quemados dentro del complejo médico», recalcó el portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Busal, que en declaraciones a Efe aseguró además que «no hubo líneas rojas en los asesinatos ni torturas, recurrieron a las formas más atroces y humillantes contra nosotros. Disparaban sobre nuestras cabezas solo por diversión». Busal asegura además que encontraron cadáveres con signos de torturas, ejecución y maltratos. Unos que, además, afectaron a 107 pacientes «en condiciones inhumanas, sin agua, medicinas, comida o electricidad», incluyendo 30 personas discapacitadas.

Golpe familiar contra Hamás

Mientras Israel estrecha el cerco sobre los líderes de Hamás, la policía detuvo ayer a Sabah Abdel Salam Haniya, hermana del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica, Ismail Haniya, en el marco de una operación que investiga «contacto con agentes del grupo terrorista y apoyo a actos de terrorismo», según fuentes de Defensa citadas por The Times of Israel.