Una activista de la Flotilla de la Libertad: «Hacemos lo que nuestros Gobiernos no se atreven a hacer»

Pablo Medina ESTAMBUL / ENVIADO ESPECIAL

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Huwaida Arraf, activista estadounidense de origen palestino, en uno de los barcos de la Flotilla de la Libertad.
Huwaida Arraf, activista estadounidense de origen palestino, en uno de los barcos de la Flotilla de la Libertad. PABLO MEDINA

Los barcos de un conglomerado de oenegés internacionales ultima los preparativos para zarpar desde Estambul con ayuda humanitaria para la Franja de Gaza

19 abr 2024 . Actualizado a las 09:36 h.

Los operarios del astillero de Tuzla, al sureste de Estambul, terminan de preparar el carguero de 15 metros de eslora y 4.700 toneladas de desplazamiento que formará parte de la Flotilla de la Libertad, compuesta de tres barcos que un conglomerado de oenegés internacionales ha preparado para llevar ayuda humanitaria a Gaza para traspasar el bloqueo marítimo impuesto por Israel en la Franja desde el 2007. Un convoy que además contará con la presencia de una delegación española.

Huwaida Arraf, activista estadounidense de origen palestino que en el 2022 fue candidata en las primarias demócratas al Congreso de Míchigan, explica que esta misión tiene un doble objetivo. «Nuestra meta es cambiar la realidad política de los palestinos, que merecen su libertad. Estamos espantados con que se haya permitido que 31 niños hayan muerto de hambre. Hacemos lo que nuestros Gobiernos no se atreven a hacer». Por ello, se embarcará como parte del equipo formado por veteranos militares, políticos, activistas y artistas que llevarán 5.500 toneladas de ayuda al enclave costero palestino.

La organización es consciente de las necesidades de los gazatíes. Según las Naciones Unidas, 1,1 millones de habitantes del enclave se encuentran «en riesgo de hambruna extrema», lo que representa el 50 % de la población. No disponen de comida suficiente ni de agua, como tampoco de energía o de atención médica. Por ello, la mayoría de la ayuda que se enviará será alimentos, agua, tiendas de campaña, sacos de dormir, medicinas, generadores e incluso algunas ambulancias para cubrir las que se han perdido en los bombardeos israelíes.

La coyuntura actual para los trabajadores humanitarios complica la misión. Tras la muerte de siete trabajadores de World Central Kitchen y el tiroteo a un convoy de Unicef, las oenegés temen que las presiones de Washington a Tel Aviv para mejorar las condiciones para llevar ayuda a Gaza se queden en saco roto. Especialmente si la atención está centrada en Irán. «El problema es que los mensajes de Joe Biden solo sirven para su campaña. Si el presidente se preocupara de los palestinos, hubiera presionado para realizar los cambios que la ONU le ha exigido hacer para que llegue la ayuda humanitaria y hubiera sancionado a Israel y cortado el apoyo militar. Biden necesita presionar para que no ataquen nuestros barcos», subraya Arraf ante el pronóstico de un abordaje israelí.

La flota la componen el ferri Akdeniz, el barco de pasajeros Majestic y el carguero Anadolu, con banderas de Guinea Bisáu y Palaos. Los tres estarán coordinados por IHH, una organización turca que ha dejado en manos de los voluntarios la visibilidad de la misión debido a su orientación islamista y su cercanía política al presidente Recep Tayyip Erdogan, ambos críticos con Israel. La Flotilla de la Libertad se considera «apolítica». «Esta misión nace con el objetivo de ser un movimiento de la sociedad civil. Lo único que le pedimos a los Gobiernos, incluido al turco, es que nos den un paso seguro para que podamos entregar toda la ayuda a Gaza», alega Arraf. 

Representación española

Además de los cientos de voluntarios desplazados a Estambul, está previsto que se unan al embarque una delegación política española, que incluye a Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona; Martina Velarde, diputada por Podemos; Nicolás Sguiglia, concejal de la misma formación en Málaga, y Jaume Asens, número dos de Sumar a las elecciones europeas. Además el BNG, ERC y Junts, han mostrado su apoyo a la Flotilla de la Libertad.

También se espera que se embarque una delegación de parlamentarios turcos, aunque de momento no han trascendido detalles sobre quiénes serán. Tanto el partido islamista AKP de Erdogan como el socialdemócrata CHP de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul, tienen intereses en el viaje. Los primeros, para presionar a Israel, y los segundos, para debilitar al partido gubernamental.