Un brote psicótico, la posible causa del parricidio de Ribera de Arriba: «En ese momento podría haber matado a cualquiera»

Nel Oliveira
Nel Oliveira REDACCIÓN

ASTURIAS

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Pablo Muñiz «no figuraba hasta la fecha en ningún registro» del servicio de salud mental: «Que hasta los 46 años no se hubiera detectado nada podría deberse a un fallo del sistema»

10 abr 2024 . Actualizado a las 21:38 h.

Un brote psicótico habría sido la causa del parricidio en Ribera de Arriba, según coinciden varios expertos. «En ese momento podría haber matado a cualquier persona. Los neurotransmisores dejan de funcionar y se confunde por completo la realidad con la ficción. Es casi imposible dialogar en esa situación», explica el psicólogo forense Maxime Winberg. Por su parte, el psiquiatra y jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Julio Bobes, apunta que podría haberse producido un fallo en el sistema de salud al no detectarse ningún síntoma hasta sus 46 años.

Fuentes consultadas aseguran que uno de los primeros pasos que se siguió por parte del servicio de salud tras el estremecedor asesinato fue «revisar si se había producido algún fallo en el sistema». La búsqueda habría determinado que Pablo Muñiz «no figuraba hasta la fecha en ningún registro y no tenía ningún seguimiento en Asturias». «Los pacientes tienen que entrar por algún sistema al servicio de salud, de otra forma no se puede hacer nada», apuntan las mismas fuentes.

Explica Julio Bobes que una agresión de esta índole podría estar asociada a una enfermedad mental grave como un trastorno esquizofrénico: «Lo normal es que el primer brote se de mucho antes, incluso antes de los 20 años, al principio de la vida adulta». Además, señala que el hecho de que no se hubiera detectado nada hasta la fecha podría deberse a un fallo en el sistema de salud. «¿Cómo puede ser que no se detectara y más siendo el padre celador. Debería haber tenido comportamientos extraños anteriormente», apunta el psiquiatra, quien asegura que los grandes objetivos pendientes de la salud mental pasan tanto por la detección precoz como por proporcionarle ayuda al enfermo desde un primer momento.

El jefe del servicio de Psiquiatría del HUCA explica que si bien, tal y como apuntan aquellas personas que más conocen a Pablo, se trata de un hombre introvertido «suele deberse a que este tipo de perfiles tienen miedo de que trascienda su manera de pensar». «No quieren que se sepa nada de ellos. Suelen tener un pensamiento defensivo constante», apunta Bobes, asegurando que «una vez que esté en tratamiento empezaría a darse cuenta de la barbaridad que hizo». «Generalmente necesitan un tratamiento prolongado, al menos durante cinco años», remata el psiquiatra: «Habría que desarrollar programas para detectar a pacientes mentales graves. Lograr que a través de las familias se sepa de la existencia de ellos».

Pablo Muñiz no consumía alcohol ni drogas

Cabe destacar que el presunto asesino de Miguel Ángel Muñiz ha dado negativo en consumo de drogas y alcohol, factores que aumentan el riesgo de desarrollar la esquizofrenia. Bajo el punto de vista de Maxime Winberg el atroz asesinato se habría producido por «un evidente brote psicótico agudo puro». «No parece que sea el transcurso de algo con antecedentes de enajenación. No se veía venir. Surgió de forma inesperada», explica el psicólogo forense: «Este tipo de perfiles suele tener unos gustos esotéricos, hablan de cosas raras o piensan que están reencarnados. Es lo que solemos llamar una personalidad extraña, pero eso no quiere decir que todas broten o sean peligrosas».

Maxime Winberg explica que si bien «no hacía cosas inusuales» podría darse el caso de que «la familia lo tuviera simplemente como un hijo raro, pero sin decirle que fuera al médico». «Es una situación que en ocasiones ocurre en el medio rural, ya que en la zona donde viven están bien aceptados», señala Winberg, quien ejemplifica que «en países con armas, cuando se dan los primeros brotes suelen ser esos chicos que se suben a un tejado un matan a 17 personas. Aquí suele ser un perfil que, por ejemplo, se fuga del domicilio durante varios días»: «Son situaciones que normalmente se controlan, se medican y en las que se hace un seguimiento».

El siguiente paso para Pablo Muñiz, según explica el psicólogo forense, sería ir como preso preventivo al centro penitenciario de Asturias, después de que se estabilice. Una vez allí, añade, estará en la enfermería medicado debido a que no existe una unidad de psiquiatría. «Cuando se le juzgue se le puede declarar imputable o no imputable. En este último caso, se condenaría a una medida de seguridad en una cárcel como la de Foncalent (Alicante) o una entrada en un psiquiátrico adaptado durante el mismo tiempo de condena que se marque».