UN PROYECTO DE ALIMERKA

Esta sustancia es indispensable para la salud ósea. Descubre varios alimentos que te la aportarán de manera natural

La vitamina D, popularmente conocida como la «vitamina del sol», es un nutriente esencial que juega un papel fundamental en diversas funciones del organismo. Y aunque es más conocida por su rol en la salud ósea, también está vinculada con el sistema inmune, la salud mental y la prevención de enfermedades crónicas. La manera más habitual de obtener esta vitamina es a través de la exposición solar, pero también es posible encontrarla en diversos alimentos, los cuales conviene incorporar en nuestra dieta, especialmente en las épocas del año con menos horas de luz.

¿Deficiencia de vitamina D?

Entre las señales de una posible deficiencia se incluyen huesos débiles, dolor óseo y debilidad muscular. La forma más precisa de determinar si tenemos suficiente vitamina D sería mediante un análisis que evalúe sus niveles en sangre. Si se sospecha de una deficiencia, es recomendable consultar con un médico, el cual podrá realizar las pruebas pertinentes y brindar un diagnóstico preciso.

Alimentos ricos en vitamina D

Pescado azul

El pescado azul y graso, como el salmón, la caballa, el atún o las sardinas, son algunas de las mejores fuentes de vitamina D. Se recomienda tomarlo de 2 a 3 veces por la semana, priorizando prepararlo al horno o a la plancha.

Huevos

¿Sabías que los huevos también son una fuente de vitamina D? Pero la mayoría se encuentra en la yema, donde se concentra la grasa, por lo que es importante consumirlo entero para obtener el beneficio completo. Lo ideal sería consumir de 4 a 5 huevos a la semana, al ser un alimento tan versátil y fácil de encontrar será fácil de incorporar a nuestros menús.

Aceite de hígado de bacalao

Este aceite es el alimento con mayor cantidad de vitamina D, la cual podremos obtener comiendo directamente el hígado o con algún suplemento que lo incluya. Es fundamental tener en cuenta que también contiene grandes cantidades de vitamina A, lo cual puede resultar perjudicial para la salud. Por lo que antes de empezar a consumirlo es recomendable consultar con un médico o especialista en nutrición.

Hígado de ternera

Odiado por muchos, el hígado de ternera es en realidad un alimento muy nutritivo que tiene una gran cantidad de vitamina D. Pero al igual que el aceite de hígado de bacalao, no es recomendable consumirlo en exceso sin asesoramiento.

Quesos grasos

Algunos quesos con alto contenido en grasa, como el cheddar, el gouda o el parmesano, son fuentes ricas en vitamina D. El contenido de esta variará en función del tipo de queso y su proceso de maduración, cuanta menos grasa, menor cantidad de vitamina tendrá.

Marisco

Ostras, camarones, gambas y langostinos son algunos de los mariscos que tienen mayor cantidad de esta vitamina. Podemos poner esta afirmación como excusa para incorporarlos de una forma más habitual en nuestros platos.

Setas

Las setas pueden producir vitamina D cuando se exponen a la luz solar, al igual que los humanos. Sin embargo, la cantidad varía dependiendo del tipo y cómo se cultivan. Las silvestres o cultivadas a la luz solar suelen tener más vitamina D que las cultivadas en la oscuridad.

Finalmente, es importante recordar que aunque estos alimentos pueden ayudar a aumentar la ingesta de vitamina D, la mejor manera de garantizar una cantidad suficiente es a través de la exposición al sol. Pero eso sí, siempre utilizando la protección solar adecuada.

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