Caso Otín: La Universidad expedienta a dos profesores

F. Sotomonte

ASTURIAS

La institución investiga una presunta presión a una trabajadora y una posible falta de respeto entre compañeros

13 abr 2022 . Actualizado a las 17:25 h.

El inicio de las primeras décadas del siglo parecía augurar un camino brillante para Carlos López Otín en la Universidad de Oviedo: con un enorme prestigio por sus investigaciones en biomíquica y biología molecular (para enfermedades hereditarias, para el cáncer), y reconocimiento en los medios y la academia. Pero todo se truncó de forma catastrófica en 2018 con varios episodios encadenados: la muerte de 5.000 ratones modificados genéticamente en el Bioterio de la Universidad de Oviedo por razones nunca esclarecidas del todo; la revista Journal of Biological Chemistry detectó en algunos artículos suyos y de sus colaboradores imágenes duplicadas y experimentos reutilizados por lo que tuvo que retractarse; en redes sociales y en el ámbito universitario se desató una campaña de crítica atroz en el propio entorno universitario que llevó a Otín a plantearse el suicidio.

Nunca se supo qué pasó realmente con los ratones; la polémica de la retractación de los artículos se saldó con una reivindicación de la honestidad de Otín reconociendo su mérito y, ahora, la Universidad ha abierto expediente a dos profesores por una campaña de desprestigio contra el investigador. Fuentes de la Universidad de Oviedo indicaron a La Voz de Asturias que «se trata de un procedimiento interno, reservado y confidencial, que afecta a personal de la Universidad de Oviedo, y que aún no ha concluido. Por una cuestión de protección de datos no se va a realizar ninguna declaración al respecto». Sin embargo, esta diario ya avanzó el pasado mes de noviembre que se había iniciado el proceso.

En concreto se ha abierto expediente al catedrático emérito de Bioquímica y Biología Molecular, Pedro Sánchez Lazo y el profesor del departamento de Psicobiología, Antonello Novelli. Al primero se le señala por haber tratado de intimidar en su despacho a una trabajadora dispuesta a testificar a favor de Otín en la investigación la campaña de acoso. Al segundo se le señala por haber difundido un correo masivo con consideraciones lesivas hacia el trabajo y la persona del investigador.

La agencia Europa Press recoge que la denuncia por acoso interpuesta ante la Universidad fue archivada «falta de evidencias». «A nivel personal, estaba totalmente seguro de que se tenía que archivar el caso», ha comentado Sánchez Lazo. Ha indicado que López Otín presentó la denuncia en el mes de mayo de 2021, ya con el nuevo rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, al frente de la institución. A partir de ese momento se abrió un expediente con diversas pruebas testificales durante meses. Hace 15 días que el instructor dictó la instrucción para que se archivara la denuncia de acoso por falta de pruebas.

No obstante, el instructor de la Universidad de Oviedo, a la vista del procedimiento ha sugerido abrir otros dos expedientes a los profesores. Uno se refiere a una supuesta presión a una trabajadora del personal universitario, y el otro tiene que ver con una posible falta de respeto entre compañeros. Tanto Sánchez Lazo como Novelli Ciotti entienden que no hay base para que prosperen.

A pesar de que estos profesores señalan que Otín no formalizó su denuncia hasta el pasado año, el anterior rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, dijo ya en una rueda de prensa de marzo de 2019 que ya alrededor de octubre de 2017 empezaron a examinar las acusaciones que estaban recibiendo contra las publicaciones del equipo de investigación de Otín.

El pasado mes de febrero, Otín recibió las disculpas públicas de dos científicos y divulgadores por haber puesto en cuestión su figura durante la polémica que aquejó cuando tuvo que retractarse de varios artículos publicados en la revista estadounidense Journal of Biological Chemistry tras detectarse imágenes duplicadas y experimentos reutilizados. En su blog, La Ciencia de la Mula Francis, Francisco r. Villaroto, reconoció que se arrepientía de haber publicado un contenido muy crítico en su momento y apunta que «siendo una cuestión que alude a una persona, en su momento tendría que haberme puesto en contacto con él para que me aclarara los detalles; nunca tendría que haber confiado en la información que se publicó sobre su caso en diferentes medios». En términos similares, y en su publicación, Ciencia Mundana, Alfredo Caro Maldonado, señaló que «me había dejado arrastrar por la ola sin reflexionar mucho sobre las consecuencias que podían tener mis palabras ni de su potencial viralidad» y lamenta haber escrito su artículo inicial sin haber hablado con Otín y de forma burda y con prisas.

Todas estas polémicas, y en particular la dura campaña que siguió a la puesta en cuestión de sus artículos científicos, llevaron a Otín a una profunda depresión que incluso, tal y como narró en su libro La Vida en cuatro letras, le hicieron pensar en el suicidio.

Finalmente en febrero de 2020, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC) emitió un informe en el que señalaba «no haber encontrado evidencia alguna de fraude en ninguna de las publicaciones firmadas» por el científico.

Otro asunto, y que nunca llegó a ser plenamente esclarecido, fue la muerte en las mismas fechas de más de 5.000 ratones en el Bioterio de la Universidad de Oviedo, que  servían para las investigaciones del equipo de Otín. Según las conclusiones de la Universidad, los animales fallecieron por la infección de un virus murino, relacionado con la leucemia, que terminó también con años de investigación.

El bioterio, un espacio con unas condiciones específicas, homologadas, para la cría y aislamiento de 40 tipos diferentes de animales de experimentación, tuvo que ser desalojado para ser limpiado y desinfectado en profundidad.