La Voz de Asturias

La Pizarra: Un Oviedo cambiante para domar el Carranza

Azul Carbayón

ALFONSO SUÁREZ Oviedo
Tejera y Muñoz celebran el empate azul en el Carranza

Anquela supo acondicionar a su equipo a todas las trampas frente al Cádiz

02 Sep 2018. Actualizado a las 12:47 h.

Era el examen más importante de lo que va de temporada para el Real Oviedo. En una prueba de nivel, los azules dieron la cara en todo momento, dominando en muchas fases del encuentro y sabiendo sobreponerse a los baches que encontraron sobre el césped del Ramón de Carranza. El empate final fue un justo premio para los asturianos.

Personalidad para arrancar

El primer cuarto de hora de juego azul fue sobresaliente. Los de Anquela se plantaron en el césped con una gran personalidad, dominando el balón y llegando con cierta claridad a las inmediaciones del área de Cifuentes. Berjón y Bárcenas eran los más activos en los primeros minutos, tratando de encontrar a un Toché que se fajaba cuerpo a cuerpo con Servando y Marcos Mauro.

Boateng, alma libre para hacer sufrir a Álex y José Mari

Si alguien destacó en la primera parte fue Richad Boateng. Mientras le aguantó el físico, el ghanés fue uno de los más destacados junto con Tejera. El centrocampista entiende a la perfección lo que Anquela quiere de él. Presiona, atosiga al rival, ofrece apoyo en el centro del campo y tiene presencia en ambas áreas.

Repliegue bajo para neutralizar a Salvi y Vallejo

Anquela avisó en la previa. Las bandas gaditanas podían convertirse en un problema en defensa. La baja de Álvaro Sánchez no ha supuesto un gran inconveniente para Álvaro Cervera, que ha encontrado en Manu Vallejo a un estupendo compañero para Salvi.

Para tratar de frenar a los extremos rivales, el preparador oviedista planeó un sistema de ayudas para Johannesson y Mossa, con Bárcenas y Saúl siempre pendientes. La nula participación en ataque de Matos y Correa, laterales cadistas, facilitó la labor defensiva azul, que apenas sufrió en todo el encuentro.

Joselu para hacer sufrir a Servando y Mauro

El sistema de ayudas a los laterales, obligó al Real Oviedo a defender más cerca de su portería, lo que dejaba muchos espacios a la espalda de la defensa local. Para aprovechar esta situación, Anquela apostó por dar entrada a Joselu en lugar de Toché. Un movimiento interesante que buscaba explotar la velocidad del onubense. El Real Oviedo se alargó en el Carranza. Comenzaron los problemas para Servando y Mauro.

Dos delanteros para fijar a la defensa

El penalti y el gol de Álex Fernández obligó al preparador andaluz a darle un extra a su equipo. El movimiento, aunque obvio, fue valiente. Se rompía el 4-3-3 y se apostaba por primera vez en la temporada por el 4-4-2 con Ibrahima y Joselu. Aarón y Saúl darían amplitud al campo, con Diegui y Mossa buscando profundidad.

Los arietes consiguieron atraer toda la vigilancia de centrales y mediocentros cadistas, dando aire a Tejera y Javi Muñoz en el centro del campo. El resultado, el gol del Oviedo en un balón suelto a la frontal donde apareció el catalán libre de marca.


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