La Voz de Asturias

«Los pitos a Pablo Pérez son vergonzosos»

Sporting 1905

Alejandro Vigil Morán
Pablo Pérez Nano Mesa

Artículo de opinión

13 Mar 2018. Actualizado a las 16:59 h.

Si existe el llamado karma, el pasado domingo tuvo su presencia en el estadio de El Molinón-Enrique Castro Quini, cuando a los pocos minutos de saltar al terreno de juego, Pablo Pérez anotó su primer gol de la temporada en los escasos 7 minutos que disputó, e incluso tuvo más oportunidades de aumentar su cuenta anotadora. Su último gol había sido el 4 de junio de 2017 con el Alcorcón, así como desde el 25 de enero de 2015 con el Sporting.

El asturiano se quitó un gran peso de encima, tal como se pudo comprobar en su celebración y en su explicación al finalizar el encuentro, su madre lloró al verle marcar, resultó una liberación ante la presión externa y la impuesta por él mismo, por sus deseos de colaborar en el ascenso.

Si la afición sportinguista quiere ser la mejor de España, pitando a sus futbolistas por el simple hecho de acceder al terreno de juego con un 2-0 a favor en el marcador, se encuentra muy lejos de conseguirlo. En ocasiones, los periodistas y los aficionados nos olvidamos que bajo la camiseta rojiblanca existe una persona con sentimientos y pensamientos. Las notas deben ponerse al acabar los encuentros y bajo el respeto, al igual que Pablo respeta y defiende la elástica cuando tiene su oportunidad de hacerlo.

El único sentimiento "negativo" que debería despertar Pablo Pérez entre el sportinguismo es el de la envidia sana, porque cumple el sueño de todo aficionado de jugar en el equipo de sus amores. El atacante es primero fan, y después jugador profesional, siempre atento y preocupado por mejorar sus prestaciones para el equipo, interesado en conocer si puede resultar una ayuda o un estorbo para sus entrenadores.

Tanto Paco Herrera como Rubén Baraja apostaron por su continuidad en las diversas conversaciones al respecto, pese a que no iba a partir con el rol de hombre importante. Ambos confiaban en sus cualidades, saben que se trata de un hombre de grupo y tiene ADN Sporting.


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