La pareja de moda en Oviedo
Azul Carbayón
Saúl Berjón, capitán carbayón, lidera al conjunto de Javi Rozada con la inestimable ayuda de Borja Sánchez
17 Oct 2019. Actualizado a las 11:06 h.
A pesar de haber coincidido tan solo dos veces en un once titular, Saúl Berjón y Borja Sánchez parece que llevan jugando juntos mucho más tiempo. El '10' y el '19', ambos ovetenses, están siendo piezas clave de la reacción de un Real Oviedo que, poco a poco, vuelve a la normalidad.
La llegada de Javi Rozada supuso el aterrizaje, esta vez sí, de Borja Sánchez en el fútbol profesional. El centrocampista no estaba contando para Sergio Egea y el ascenso del técnico del Vetusta le abrió un mundo de posibilidades. Algo de lo que se aprovechó Saúl Berjón desde el primer encuentro.
En el debut ante el Extremadura, Rozada recurrió a Borja cuando peor lo estaba pasando el Oviedo. El 0-1 se hacía notar en el marcador y la presión por puntuar se palpaba en cada pase, en cada acción del juego. El canterano se situó en el doble pivote y, a partir de ahí, los azules fluyeron. Siempre con el flanco izquierdo de apoyo, Borja Sánchez asumió el control y los azules fueron encerrando a su rival. El gol de Ortuño, a pase precisamente de Berjón, puso las tablas con la que se llegó al final.
Si uno observa los famosos mapas de calor que muestran el radio de acción de cada jugador, podrá ver que Saúl Berjón y Borja Sánchez siempre se acaban juntando cuando están sobre el césped. Se buscan, y las combinaciones nacen solas. «Estoy encantado de jugar con él porque considero que es un futbolista que juega el mismo fútbol que yo. La manera de entendernos se ve entrenando y cuando jugamos», dijo el capitán en sala de prensa.
Después de Ponferrada, ante Zaragoza, Tenerife y Numancia Berjón y Borja no coincidieron en ningún once titular. Hasta el domingo pasado. En el Carlos Belmonte, la pareja de moda del oviedismo fue el principal causante del buen hacer carbayón ante el Albacete.
Con el capitán como líder y el '19' de escudero, el flanco izquierdo del ataque oviedista era un filón que el conjunto de Ramis no sabía defender. Solo faltaba asentarse un poco más, algo que ocurrió tras el descanso. El resto de la historia ya la sabemos: asistencia uno, golazo el otro y segunda victoria de la temporada.