Los compostelanos se ven obligados a desplazarse a ciertos puntos de la ciudad para reciclar el aceite, ya que no existen contenedores para este residuo en la vía pública
Las soluciones a las barreras arquitectónicas son un derecho de todos, pero sobre todo, de los colectivos que precisan también de señales acústicas o visuales para desplazarse por la calle