No recuerda la primera vez que tomó una aguja, pero a los siete años creó su primera prenda: un disfraz. Con solo veinte ya obtuvo la certificación de artesano por la confección de trajes tradicionales
«Recortes, caneos e outras formas de driblar», a coprodución do Centro Dramático Galego (CDG) e Ainé, poderá verse ata o 23 de outubro en Santiago e logo xirará por Galicia