Se acaba de inaugurar el último tramo, de Peizás a Pampillosa, en Foz; suman ahora en total 15 kilómetros siguiendo la línea del mar hasta una de las playas más bonitas del mundo: As Catedrais, en Ribadeo. Hasta el mismo límite con Asturias. «Una pasada», como señalaban el día de la visita del delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco. Por un extremo, el paseo bordea la ría de Foz y el estuario, una maravilla. Se ven en marea baja las piedras que una a una fueron colocando las gentes de la zona para atravesar años atrás la ría. Trabajo de romanos. Por el otro extremo, las dunas y los acantilados próximos al monumento natural más conocido: As Catedrais. Puro espectáculo para pasear y «curar la vista». Está llamada a ser una de las rutas más populares y concurridas a los pies del Cantábrico.
Pepa Losada