No se puede. Sería ilegal. Lo prohíbe la Unión Europea porque estamos hablando de un mercado completamente liberalizado. Son las compañías aéreas las que deciden dónde y cómo operan. Lo que ha hecho el Gobierno de Asturias son contratos de promoción turística para potenciar determinados enlaces.

¿Queremos mejorar y ampliar las conexiones aéreas de Asturias? Sí, por supuesto, y lo haremos explorando todas las posibilidades dentro de la legalidad para favorecer la conexión de nuestro aeropuerto con los hubs más importantes. Vamos a empeñarnos en ese objetivo, en la mejora y ampliación de nuestras conexiones aéreas.

Soy partidaria de hacer bien el trabajo con tiempo para que el aeropuerto de Asturias y, por lo tanto, los asturianos puedan tener conexiones aéreas con muchos lugares del Europa tanto para que los asturianos podamos viajar como para que la gente de fuera pueda venir a conocer el Principado e impulsar el turismo regional. Pero eso no significa entrar en una carrera desenfrenada del mejor postor para conseguir vuelos, hay que hacerlo con previsión y mucha cabeza para que las oportunidades se puedan aprovechar y no suponga un escarnio para el erario público. Además, lo que sí tengo claro es que los vuelos a Madrid y Barcelona tienen que ser declarados de interés general de manera que se puedan ofrecer billetes de ida y vuelta a precios asequibles. Nuestras comunicaciones con el resto de España no son buenas y esta decisión paliaría aparte de las deficiencias.

Asturias en su conjunto tiene que alzar el vuelo y ello incluye unas conexiones aéreas que permitan no solo la salida sino la entrada de visitantes en nuestra región. Tenemos que ampliar las conexiones indudablemente y tenemos que hacerlo negociando con firmeza con las aerolíneas y con antelación suficiente para encajar en su programación de vuelos

Lo que no es razonable es que el Gobierno asturiano mejore las condiciones económicas en los concursos de promoción turística sin exigir nada a cambio a las compañías aéreas. El aumento en las subvenciones para atraer vuelos debería suponer la exigencia a las aerolíneas de más frecuencias y de una ampliación de la oferta a otros destinos, y más en un momento crítico para la conectividad aérea de Asturias, que por vez primera en casi treinta años en octubre pasado se quedó sin vuelos internacionales. Además, nos preocupan las prácticas monopolísticas a las que ha contribuido el Gobierno y, por ello, continuamos exigiendo máxima transparencia en todo lo relativo a esos contratos de conectividad aérea turística.

Hay que darle una vuelta al futuro del aeropuerto. Asturias no puede estar aislada como hasta ahora. Antes que la subvención hay que declarar de interés las conexiones con Madrid y Barcelona y hay que empezar a repensar qué sucederá una vez entre la variante ferroviaria de Pajares entre en servicio.

La pregunta es: ¿qué hacen Santander y Bilbao? ¿Por qué en esos aeropuertos hay tantas conexiones y en el de Asturias no? Cantabria tiene la mitad de población que Asturias y la provincia de Vizcaya apenas 100.000 habitantes más. No hay ninguna razón aparente por la que una aerolínea decida ir antes a Santander que a Asturias, y sin embargo así es. Preguntémonos que hacen los Gobiernos cántabro y vasco y empecemos a tomar medida en lugar de esperar a ver si los aviones empiezan a aterrizar solos.

Necesitamos un impulso en comunicación para darnos a conocer. Estamos en disposición de analizar seriamente la financiación a líneas aéreas pero con un sistema distinto al planteado. A una línea aérea no se le pueden cambiar las rutas de un año para otro, debemos planificarlo a más largo plazo para que las ayudas tengan efecto y no se queden desiertas como hemos visto con la nefasta gestión del PSOE.

En primer lugar conocer cuales con las fuentes de visitantes, queremos que nos visiten, ese es el principal objetivo. Pero no tenemos datos del origen de nuestros visitantes, de los canales que utilizan para llegar a nosotros.

Así, que estamos dispuestos a destinar fondos a traer visitantes y dejar de perder viajeros aéreos, casi 8.000 el pasado ejercicio. No tiene sentido que Santander tenga más vuelos que Asturias, con la mitad de población.