El presidente interino de la Cámara de Diputados anula el proceso de «impeachment» contra Dilma Rousseff

La Voz AGENCIAS

ACTUALIDAD

UESLEI MARCELINO | Reuters

Maranhão sostiene que la votación llevada a cabo en la Cámara Baja para impulsar el juicio político sobrepasó los límites de la denuncia contra la presidenta brasileña

13 may 2016 . Actualizado a las 12:41 h.

El presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhão, ha decidido anular este lunes el proceso de 'impeachment' (juicio político) lanzado contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en el Congreso.

Según ha podido saber el diario local Folha, Maranhão sostiene que la votación llevada a cabo en la Cámara Baja para impulsar el 'impeachment' sobrepasó los límites de la denuncia contra Rousseff por un «crimen de responsabilidad».

El delito que se le imputa a Rousseff es aumentar el gasto público en plena campaña para la reelección en el 2014 sin recabar antes la autorización del Congreso, lo que se conoce popularmente como 'pedaladas fiscales'. Sin embargo, para Maranhão el debate en la cámara baja se centró en la presunta implicación de Rousseff en el escándalo de corrupción en Petrobras, cuestión que no está comprendida en la denuncia del 'impeachment'.

Maranhão llegó al cargo la semana pasada, después de que el Tribunal Supremo decidiera cesar a Eduardo Cunha -impulsor del juicio político contra la presidenta- por usar la Cámara de Diputados en beneficio propio. Maranhão es aliado del gobernador del estado homónimo, Flávio Dino, uno de los principales apoyos de la líder izquierdista.

Rousseff pide «cautela» ante la posible suspensión

La presidenta brasileña, por su parte, pidió este lunes «cautela» ante la decisión que suspende el trámite en la Cámara Baja del proceso que le puede costar el cargo, pues todavía desconoce «las consecuencias» que eso pudiera tener.

«Sé que un recurso (contra el proceso) fue aceptado», y «no puedo fingir que no estoy sabiendo», declaró la gobernante en un acto con cientos de estudiantes y profesores, a los que pidió «cautela», porque «vivimos una coyuntura de mañas y artimañas».

Rousseff apuntó que, aún sin saber las consecuencias legales de esa decisión, «es necesario continuar percibiendo lo que está en curso», que volvió a definir como un «golpe contra la democracia», contra su mandato y contra los programas sociales de su Gobierno.