Dilma Rousseff: «Es un 'impeachment' fraudulento, un verdadero golpe de Estado»

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

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Delante de Lula, Dilma se dirige a sus seguidores tras abandonar la residencia oficial de Planalto (en Brasilia)
Delante de Lula, Dilma se dirige a sus seguidores tras abandonar la residencia oficial de Planalto (en Brasilia) Antonio Lacerda | Efe

La presidenta de Brasil ha quedado oficialmente suspendida durante 180 días tras aprobar el Senado celebrar un juicio político

13 may 2016 . Actualizado a las 13:06 h.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha recibido esta tarde la notificación en la que se le comunica que el Senado ha decidido someterla a un juicio político con miras a su destitución, con lo que ha quedado oficialmente suspendida del cargo. La notificación fue entregada por el senador Vicentinho Alves, primer secretario de la Cámara Alta, en el despacho que hasta ahora ocupó Rousseff en el Palacio presidencial de Planalto y en el que esta misma tarde se instalará el vicepresidente, Michel Temer, que la sustituirá de forma interina mientras se desarrolla el proceso.

Tras entregarle el documento a Rousseff, el senador Alves seguirá rumbo a la residencia oficial de Temer, donde cumplirá un trámite similar y le informará oficialmente sobre la decisión del Senado que le convierte en presidente interino de Brasil. Dilma ha comparecido desde el Palacio de Planalto, su residencia oficial, para dirigirse al país: «Lo que está en juego en este juicio no es mi mandato, es el respeto a las urnas y la voluntad soberana del pueblo brasileño. Están en juego las conquistas de estos años, para las personas más pobres y las clases medias, las medidas por el salario mínimo, la sanidad, los jóvenes en las universidades, el programa de vivienda... Está en juego el futuro del país, la oportundidad y esperanza de avanzar más. Es un impeachment frauduelento, un verdadero golpe», dijo Rousseff arropado por sus aliados..

«Fui elegida con 54 millones de votos y desde que fui elegida, parte de la oposición no estuvo conforme, pidió recontar votos y ahora pasó a conspirar. Son responsables de la inmersión del país en un ambiente de inestabilidad política que afectó a la economía para conquistar lo que no lograron las urnas. El objetivo fue impedirme gobernar, y crear un ambiente propicio para el golpe. Un juicio por un crimen que no cometió no se llama impeachment, es golpe. No cometí crimen de responsabilidad. Nunca recibí propinas, no tengo cuentas en el exterior. El juicio político es un proceso frágil, jurídicamente incossistente, la mayor de las brutalidades contra cualquier ser humano es castigarlo por un crimen que no cometió. No existe injusticia más devastadora. Es un mal irreparable. Nunca acepté chataje de ninguna naturaleza, cometí errores pero no crímenes. Hice lo que la ley me autorizaba a hacer, fueron actos legales, correctos, necesarios, actos de Gobierno idénticos a los que hicieron los que me precedieron», dijo Dilma con contundencia ante las denuncias por los seis decretos sobre presupuestos que sostienen la acusación que acabó en impeachment.

«Voy a luchar con todos los instrumentos legales de que dispongo para ejercer mi mandato hasta el fin, hasta el día 31 de diciembre del 2018», anunció Dilma antes de abandonar la residencia oficial. «Ya sufrí el dolor de la tortura, ahora sufro una vez más el dolor inefable de la injusticia. Lo que más duele es la injusticia. Soy víctima de una farsa jurídica y política», dijo emocionada la que fuera presa política durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985. «El destino siempre me reservó muchos desafíos, muchos de los cuales me parecieron insoportables, pero conseguí vencerlos. Ahora, miro para atrás y veo todo lo que hicimos. Miro para adelante y veo todo lo que todavía debemos hacer. Y lo más importante, miro hacia mí misma y veo a alguien con fuerzas para defender sus derechos», insistió Rousseff.