«Brasil é agora un verdadeiro carnaval»

Francisco Espiñeira Fandiño
FRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / LA VOZ

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Senén Rouco

La pelea política afecta a los dos lados del Atlántico

23 sep 2021 . Actualizado a las 19:01 h.

La reprobación parlamentaria a Dilma Rousseff no pilló de sorpresa a la comunidad brasileña en Galicia ni a los gallegos con intereses económicos en Brasil.

Denis Araújo da Silva

Trabajador. Denis Araújo es trabajador del sector textil en España y fue una gloria del fútbol sala mundial en la década de los 80. Acaba de regresar de Río de Janeiro, su ciudad natal, y se muestra poco sorprendido por la situación política de su país de origen. «La gente está indignada con Lula da Silva porque parece claro que ha metido la mano en la caja y eso es imperdonable para un metalúrgico como él, que llegó predicando honradez», explica. Sus palabras las ratifica Nicole da Souza, que lleva diez años en España vinculada al sector de la hostelería. «Algunas veces pensamos en volver allá, pero yo soy de Curitiba, en el sur, uno de los estados más ricos de Brasil, y, para ser sinceros, allí nos sentimos especialmente agraviados con el Partido de los Trabajadores, porque la situación es particularmente inestable», afirma.

Enoque de Jesús Meneses

Emigrante «con papeles». Es una de las caras más conocidas de la noche de Vigo y define con rotundidad la situación política de su país: «Brasil é agora un verdadeiro carnaval no que todo parece mentira», explica. Enoque hace especial hincapié en la fractura social que provoca el conflicto político. «Eu son de Salvador de Bahía e agora vemos unha pelexa entre familias, discusións entre primos e irmáns que sempre foron familia e agora discrepan pola Dilma e a situación política, algo impensable hai uns meses», reitera Enoque de Jesús Meneses.

Demetrio Casais

Gestor de proyectos. El gallego Demetrio Casais se define como gestor de proyectos. En este momento trabaja en Galicia, pero no pierde de vista todo lo que ocurre en Brasil, donde participó en la puesta en marcha de un proyecto turístico en Fortaleza y, posteriormente, en el desarrollo de un parque eólico. «Dicen las estadísticas que Brasil es el segundo país del mundo en el que más difícil es arrancar un negocio, sobre todo si no sabes cómo funcionan las cosas, pero es obvio que está situación de incertidumbre económica no ayuda a los inversores que quieran establecerse allí a tomar la decisión de invertir», apunta antes de señalar que el deterioro de la imagen exterior de Brasil «empezó hace ya tres o cuatro años y ahora puede ser más una oportunidad que un riesgo, sobre todo si se conoce el mercado local en profundidad». Casais Leis entiende la crisis política de Brasil, «porque si en España hay motivos para sentirse indignados, allí tampoco escasean las razones: sin servicios públicos, con una mala sanidad y sin posibilidad de acceder a la universidad, lo raro es que no ardan las calles», analiza.

Jesús García Ríos

Jubilado en Río de Janeiro. Jesús García Ríos es uno de los casi sesenta mil gallegos que se calcula viven, de forma habitual, en Brasil. Pasa estos días en Galicia, donde es habitual verlo por el Camino de Santiago, pero su residencia habitual está en la localidad de Icaraí, en la zona de Río de Janeiro. García Ríos asegura que la situación en Brasil «se ha deteriorado de forma escandalosa en los últimos meses». Tanto, asegura, que los pensionistas que, como él, cobran más del salario mínimo han percibido sus rentas en los últimos meses gracias a un mandato judicial. «Por no hablar de la sanidad pública, que es inexistente, incluso queriendo pagar». «Que Dilma Rouseff hable ahora de golpe de Estado suena bastante a mentira, porque todo se ha hecho de acuerdo con la ley», defiende Jesús García Ríos.