Alberto Garzón: «No soy el salvavidas de Pablo Iglesias»

a. azpiroz, m. e. alonso MADRID / COLPISA

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Chema Moya | Efe

«No negaré que en IU vimos el precipicio cuando los sondeos nos daban un 1 % en intención de voto», asegura el candidato de Unidos Podemos

16 may 2016 . Actualizado a las 17:28 h.

Con apenas 30 años y tras ser elegido ya en dos ocasiones diputado Alberto Garzón (Logroño, 1985) es el político mejor valorado. El candidato de IU apostó por unir su formación a Podemos, una decisión muy cuestionada en su grupo político, que solo fue aceptada cuando el partido de Pablo Iglesias ha notado un retroceso en las encuestas.

-¿Por qué no hubo acuerdo con Podemos en diciembre y ahora sí?

-Han cambiado las condiciones políticas y la posición de ambas formaciones, especialmente Podemos. Hubo una mesa a cuatro de la que el PSOE se levantó para pactar con Ciudadanos. Podemos, Compromís e IU creíamos que, pese a nuestras diferencias, había que enviar el mensaje de que queremos construir algo juntos. Esta es la condición que ha permitido que el pacto fructifique. La confluencia es un reflejo del nuevo país que se está construyendo, un país del diálogo.

-En Podemos en cambio sostienen que si la alianza es posible es porque ha cambiado IU.

-No negaré que en IU vimos el precipicio porque las encuestas señalaban que teníamos un 1 % de la intención de voto. Por ello hicimos un proceso de renovación muy importante y satisfactorio, que terminará cuando elijamos la nueva dirección de IU en la primera semana de junio. La voluntad política de la confluencia siempre ha estado en la mesa, siempre hemos defendido que era una necesidad social para nuestro país. Por eso no siento que IU haya cambiado en absoluto. Pero es ocioso debatir sobre lo pasado, lo importante es ver que organizaciones diferentes y que hemos competido a veces con palabras gruesas nos hemos puesto de acuerdo.

-¿No cree que ha influido en la confluencia que en las encuestas Podemos retrocede mientras IU se recupera?

-Seguro que influye. La política no solo son emociones y sentimientos, incluye también los números. Hemos entendido que si trabajábamos solos podíamos competir unos con otros, pero no ganaríamos el país.

-¿Tiene la sensación entonces de ser el salvavidas de Pablo Iglesias?

-No, en absoluto. Teníamos claro que lo cómodo era no hacer este acuerdo y que cada uno fuera en solitario. Pero eso hubiera significado probablemente que el PP y Ciudadanos gobernaran cuatro años más. Esa posibilidad nos ha obligado a ir más allá de nuestra comodidad.

-¿Algunos sectores de su partido creen que la independencia de IU está en riesgo por la confluencia?

-Este es un proceso democrático que no depende de la voluntad de una o dos personas sino de los militantes. En IU hemos celebrado dos consultas internas con un 84 % y un 87 % de apoyo a la confluencia. Las críticas son legítimas, pero minoritarias.

-Algunas voces críticas piensan que es un agravio que usted vaya de número cinco por Madrid.

-Es un buen acuerdo en el que hay cosas que nos gustan y otras que no. Cuando hicimos el pacto no estábamos pensando en las listas ni en repartos burocráticos sino en la Lomce, la ley mordaza, los desempleados o los desahucios. Las listas son importantes pero secundarias frente a la emergencia social. Cuando la gente me paraba por la calle me decía «únete para acabar con la ley mordaza», nadie me hablaba de listas.

-Pitufo gruñón, cenizo, izquierdista tristón. ¿Estos calificativos que les dedicó Pablo Iglesias están olvidados?

-Son propios de una competición electoral. Hemos recibido de Podemos declaraciones que no nos han gustado y ellos de nosotros lo mismo. Esto tiene que quedar en algo secundario.

-¿Sería un fracaso no sumar los seis millones de votos que lograron por separado el 20 de diciembre?

-No sé cuales serán los indicadores que diferencien el éxito del fracaso. Lo importantes es que hay que ganar al PP y tenemos una potencialidad enorme. No se trata de sumar los resultados de Podemos e IU sino de multiplicarlos llegando a gente que apoyó a otras formaciones o que no votó.

-¿Piensa entonces que los socialistas están perdidos para la izquierda? ¿Ve factible un pacto poselectoral con el PSOE?

-La base social del PSOE es de izquierda, son gente con valores y principios de la izquierda. Pero el PSOE vive contradicciones, cuando gobierna no se comporta como dice su programa sino de forma liberal. Esa contradicción hace que mucha gente que ha votado socialista se vea tentada de votarnos ahora, pero el PSOE siempre tendrá que ser un aliado. Esto necesitará una respuesta suya, aunque por ahora no parece que sea favorable como demuestra que haya rechazado quitar la mayoría absoluta al PP en el Senado.

«El PSOE tiene la culpa de la repetición de las elecciones»

Alberto Garzón afirma que el principal objetivo de la coalición electoral con Podemos es superar al PP y no al PSOE.

-¿Su objetivo es el «sorpasso» al PSOE o al PP?

-Al PP. Lo que quiere la gente no es superar a los socialistas, sino cambiar su vida, y para hacerlo hay que ganar al PP. El PSOE no debe ser para nosotros un elemento central en esta campaña.

-¿La confluencia entre Podemos e IU es una alianza de izquierda o transversal?

-Las etiquetas no son tan importantes. Yo me defino como comunista porque así lo siento, pero esta confluencia no aspira a hablar solo con gente de izquierda. Va más allá. Debemos evitar caer en debates de terminología cuando lo que le preocupa a la gente es llegar a fin de mes.

-¿Quién tiene la mayor parte de culpa de la repetición electoral?

-El PSOE. Era la pieza maestra y todo gobierno pasaba por él. Podían haberlo jugado muy bien pero su lucha de poder interna les ha reducido capacidad de maniobra. Recuerdo a Susana Díaz diciendo «no quiero que pacten con el PP ni con Podemos y tampoco quiero nuevas elecciones». Así era imposible. El PSOE eligió una opción sin futuro: la de Ciudadanos, 130 escaños. Y después de haber visto el fracaso, insistió en esa línea; inconcebible.

-¿Comparte el planteamiento de Podemos sobre el derecho a decidir en Cataluña? ¿Se siente cómodo?

-Somos partidarios del derecho de autodeterminación porque es la mejor forma de expresar una solución política, pero nunca votaríamos a favor de la independencia de ningún territorio. Nuestro modelo político apuesta por el federalismo, es de respeto y colaboración con las clases populares de todas las partes del Estado. Pero si no arbitramos una solución dialogada y negociada en Cataluña desde luego vamos a un escenario de callejón sin salida.