Las antiguas novias y Hacienda oscurecen la campaña de Trump

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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LUCAS JACKSON | Reuters

Dice que, si es presidente, su relación con Cameron será mala

17 may 2016 . Actualizado a las 12:48 h.

«Parece que no tendremos una buena relación», respondió el lunes el virtual candidato republicano a la Casa Blanca a la pregunta de cómo se llevará con el primer ministro británico, David Cameron, si se convierte en presidente de EE.UU. El magnate aprovechó una entrevista en la televisión de Reino Unido para mandar mensajes desafiantes tanto a Cameron como al nuevo alcalde de Londres. «No soy estúpido, ¿de acuerdo?» dijo Trump en referencia al comentario del primer ministro sobre que su propuesta de prohibir la entrada a los musulmanes en EE.UU. es «divisiva, estúpida y equivocada».

Tampoco son buenas las relaciones del republicano con Sadiq Khan, el laborista musulmán que acaba de ser elegido alcalde de Londres. El nuevo edil dijo hace unos días que Trump demostraba ser un «ignorante» con su propuesta. En la entrevista, el millonario aseguró que estas palabras eran «una grosería» y añadió: «Francamente, dile que no las olvidaré».

El bañador de la modelo

Pero la polémica no rodea a Trump solo fuera de EE.UU. Una de sus antiguas novias aseguró el lunes que el New York Times había tergiversado sus declaraciones. El rotativo publicó el pasado fin de semana un reportaje sobre la forma en la que el republicano trata a las mujeres. En el artículo, una antigua modelo, Brewer Lane, relataba como pocos minutos después de conocerla, él le pidió que se pusiera un bañador. El lunes, Lane aseguraba que el artículo da una impresión falsa de lo que ocurrió. «Han retorcido lo que dije para que parezca una experiencia negativa pero yo nunca lo sentí así». Lane intentó relatar en qué había sido diferente su experiencia de lo que decía el periódico, pero lo cierto es que volvió a narrarlo igual.

Y si los puntos de vista de Trump sobre las mujeres pueden convertirse en un problema para él en la próxima campaña, lo mismo va ocurrir con sus declaraciones de impuestos. El primero en pedirle que las hiciera públicas fue otro republicano, Mitt Romney. El magnate aseguró que no podía mostrarlas porque está siendo investigado por Hacienda. Pero eso es claramente una excusa porque la investigación del Tesoro no se lo impide. De ahí que los rumores sobre lo que se esconde tras su negativa no hagan más que crecer. Desde la opinión del Nobel de Economía, Paul Krugman, de que lo hace porque sus negocios no son tan exitosos como él dice a los que creen que en ellas pueden aparecer importantes y recientes donaciones al Partido Demócrata o a organizaciones que defienden posturas opuestas a la ideología conservadora, como el aborto o el matrimonio gay.