Por qué resiste Maduro en un país a la deriva

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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FEDERICO PARRA | AFP

El clientelismo, la represión y el control de los poderes del Estado explican por qué sobrevive un líder que carece de carisma

19 may 2016 . Actualizado a las 10:52 h.

¿Cómo logra Nicolás Maduro mantenerse en el poder? Muchos Gobiernos habrían caído con mucho menos que el 700 % de inflación, el 80 % de desabastecimiento de alimentos, sin el 95 % de las medicinas necesarias, los 25.000 asesinatos en uno de los países más violentos del mundo u otras cifras que exhibe la revolución bolivariana que dirige hoy el delfín político de Hugo Chávez. No hay una única respuesta.

Para empezar, el actual Gobierno lleva 17 años aferrado al poder. Más de tres lustros durante los que se han entregado, sin pausa ni escrúpulos, a copar todos los poderes. Comenzó con la Constituyente de 1999. Luego fagocitó el poder judicial mediante un decreto de emergencia. Con las sucesivas mayorías en el Parlamento (el tope lo marcó el 2005, cuando la oposición se retiró de las elecciones alegando fraude y ocupó la totalidad de los escaños del legislativo) tomó el Consejo Electoral, el Tribunal Supremo, la Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo.

Quedarse con esta explicación sería conformarse con una visión simplista. Hugo Chávez fue inmensamente popular: manejó una cantidad gigantesca de recursos petroleros (se habla de 1,3 billones de dólares) sin ningún control, que empleó para conectar con los más desposeídos y convertir a este sector de la sociedad en su principal cliente político. Que tales ayudas no tenían un objetivo sino político lo demuestra que hoy, que no hay recursos, la pobreza es mucho mayor que la que había en 1998, cuando Chávez llegó al poder: cuatro de cada cinco venezolanos son pobres.

El heredero carece del carisma del comandante y tampoco dispone de su generosa chequera. Maduro ha apelado a menudo a la figura del difunto para mantener su precario apoyo. Y quienes están a su alrededor resisten, porque saben que, como dijo Diosdado Cabello hace poco en un programa de televisión, «si no nos mantenemos juntos nos van a colgar por separado», usando una frase que se atribuye a Benjamin Franklin.

Narcotráfico

A los perseguidos por la lista Clinton de narcotraficantes se les unen los siete altos cargos sancionados por la orden ejecutiva de Barack Obama Venezuela se ha convertido en el principal exportador de drogas del mundo, a pesar de que no las produce; eso lo hacen Colombia y Perú. Pero amplias redes de distribución, inconcebibles sin algún apoyo desde el Estado, logran que la droga cruce el territorio venezolano y llegue al Caribe, EE.UU., África y Europa. A quienes permiten el funcionamiento de estas redes no les conviene que Maduro sea destituido.

Finalmente, el chavismo también se sustenta en la represión. El crecimiento exponencial del crimen muestra una permisividad con los llamados colectivos -grupos paramilitares y parapoliciales que controlan amplias zonas del país y que se dedican al crimen común, hasta que son llamados a «defender la revolución»-. Son estos grupos los que explican, por ejemplo, la mayoría de los 43 muertos durante las protestas del 2014, de los que hoy Maduro acusa a Leopoldo López.