El Gobierno de Maduro responde con más represión a las peticiones de diálogo

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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MIGUEL GUTIERREZ

El Supremo declara constitucional el decreto de emergencia económica

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron a Coromoto Rodríguez, jefe de seguridad del presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, bajó la acusación de instigar las agresiones a policías en las manifestaciones del miércoles ofreciendo dádivas a jóvenes para que generaran violencia. El arresto se produjo solo dos horas después de que el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero calificara de «largo y difícil» el camino del diálogo en Venezuela y llevó a la oposición a poner en duda la buena voluntad de Nicolás Maduro.

La oposición ya había advertido, en un comunicado, que el único diálogo es el que conduzca a un referendo revocatorio que el Consejo Electoral intenta retrasar o evitar con «artimañas» como un peritaje dactiloscópico de 800.000 firmas, según denunció el opositor Vicente Bello, portavoz de la MUD. Maduro autorizó, según dijo en una reunión del PSUV el jueves por la noche (local), «una reunión» entre dirigentes de su partido y de la MUD, pero aclaró que el diálogo solo se dará «si la oposición cesaba en su actitud golpista».

Si no fuera suficiente signo de fuerza, el viernes comenzaron las maniobras militares ordenadas por Maduro para hacer frente a una supuesta «amenaza externa», aunque en realidad movilizar a las bases chavistas. A los casi 600.000 miembros de la Fuerza Armada se sumaron la Milicia Bolivariana y reservistas, convocados para «hacer de Venezuela un territorio inexpugnable», en declaraciones del ministro de Defensa, Vladimir Padrino. «Nunca antes habíamos hecho unas maniobras de este alcance», añadió.

El Tribunal Supremo declaró constitucional el decreto de Estado de emergencia económica, a pesar de que la Asamblea Nacional lo había rechazdo.

Desconfianza

En medio de la desconfianza mutua, voces como la de la opositora María Corina Machado comienzan a ganar fuerza. Para esta exparlamentaria, el diálogo es imposible: «Cada vez que el régimen ve cerca su caída, convoca un diálogo que estabiliza la dictadura». El llamamiento a hablar se produjo el mismo día en que el CNE anunció criterios adicionales para evaluar los 1,85 millones de firmas para pedir el revocatorio, que podrían llevar a la anulación de unas 800.000.

El presidente venezolano aprovechó para responder, sin nombrarlo, a José Mujica, que lo había acusado de estar «tan loco como una cabra». «Estoy loco de amor por Venezuela, loco de amor por la revolución bolivariana», proclamó al tiempo que acusaba al detenido Coromoto Rodríguez de «incitar a la violencia». Ramos acusó de «cobarde» a Maduro: «Como no se atreve conmigo, persigue a gente humilde».