La famosa prenda causó furor y corrió como la pólvora por las redes sociales y las revistas del país. ¿Al diseñador de una prenda de éxito se le reconoce de alguna manera en Inditex?
22 may 2016 . Actualizado a las 10:31 h.Es posible que si usted tiene más de 40 o 45 años le traiga sin cuidado la cazadora amarilla de Zara que se ha convertido en viral. Pero si tiene menos de esa edad, es probable que esté dispuesto a pagar por la prenda en el mercado de segunda mano el doble de lo que llegó a costar la prenda en cuestión en cualquiera de las tiendas, que eran 39,95 euros. Hay quien habla de que su cotización en la talla XL alcanzó los 200 euros. Puede ser, pero lo que les aseguro es que yo la he visto a más de 100.
¿Quién es el diseñador o diseñadora de esta biker que tantos elogios (y alguna crítica también) ha desatado en las redes sociales y en las principales revistas de moda del país? ¿Su creador es hombre? ¿O es una mujer? Se sabe que está en el departamento de Woman y que apostó por una prenda exterior tradicional y a la vez muy actual. Se sabe también que las de color amarillo causaron furor, pero que también se han vendido muy bien las rosas y probablemente las blancas.
En Inditex es más fácil encontrarse con diseñadores que no pasan de los 35 que mayores de 55. Por tanto, nuestro particular Wally es probable que se encuentre en la franja de edad de la treintena. Si se trata de adivinar, apuesto a fue una mujer la que gestionó el diseño de esta prenda que tantos éxitos le ha dado a la multinacional de Arteixo.
Hasta aquí puedo llegar, porque, en la compañía, la paternidad de sus modelos queda en el ámbito de lo colectivo. Solo de puertas para afuera. Porque dentro, concretamente en los departamentos de diseño, la cosa cambia. Y se sabe muy bien a quién corresponden las responsabilidades de los éxitos y, por supuesto, también de los fracasos. Llegados a este punto la siguiente pregunta sería: ¿Al diseñador de una prenda de gran éxito se le reconoce económicamente de alguna manera? En contra de lo que pudiera pensarse en un primer momento, la respuesta fue un simple «no, ¡qué va!». Quizá porque los éxitos y fracasos van unidos «al equipo»: comerciales, patronistas, expertos en márketing, jefes de equipo, tiendas... Los diseñadores son una pieza más en el engranaje de una multinacional en la que los personalismos no tienen cabida.
Existencias
Esta semana todavía habían salido algunas de estas cazadoras amarillas del almacén hacia tienda, con la predicción de que se agotasen en pocas horas, como antes lo hizo la chaqueta roja que Kate Middelton lució en el cumpleaños de la reina Isabel II, abuela de su esposo. También era de Zara, su precio tampoco llegaba a los cien euros y, como ocurrió con la biker, se desconoce la identidad de quién la ideó. Quizá porque tampoco haya demasiado interés en las redes sociales por saberlo. Yo -he de admitirlo- me quedo con las ganas de conocer al autor, y eso que entiendo perfectamente lo que se denomina «el éxito de lo colectivo». Sin embargo, también entiendo que el reconocimiento del talento debería ser cuestión de justicia.
Y para justicia, la que la multinacional ha hecho con sus clientas de más peso. Acaba de anunciar que hará muchas más prendas XXL. No se confeccionarán todos los modelos, pero sí de aquellos en los que el patronaje de la prenda y el diseño lo permita.
Desde la primera multinacional del mundo del sector de la moda, se resta importancia a una decisión que aplauden miles de mujeres de todo el mundo, que ya podrán entrar en las tiendas a comprar, no solo a mirar. La decisión vino motivada precisamente por atender a esta clientela, y en ningún caso por incrementar el volumen de ventas en una compañía que mantiene en los dos dígitos desde hace años el ritmo de crecimiento de su facturación.
En cualquier caso, y como más vale más tarde que nunca, también es de justicia aplaudir una decisión que afecta de manera directa a un grupo de mujeres -mayoritario según se avanza en la pirámide poblacional- que forman parte del mundo real.