«Hay que cambiar el Gobierno para detener esta sangría»

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

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Protestas contra el nuevo presidente en São Paulo
Protestas contra el nuevo presidente en São Paulo NACHO DOCE | Reuters

Desvelan unos comprometedores audios de un ministro del nuevo Ejecutivo brasileño, que pedía actuar contra Dilma Rousseff para frenar las investigaciones de corrupción

23 may 2016 . Actualizado a las 21:13 h.

El diálogo en que el nuevo ministro de Planificación de Brasil, Romero Jucá, propone un pacto para frenar las investigaciones de corrupción en Petrobras revela el verdadero objetivo de los «golpistas que derribaron» a la presidenta Dilma Rousseff, asegura uno de los ministros de la gobernante suspendida.

El contendido de ese diálogo «demuestra que la verdadera razón del golpe practicado contra la democracia y contra el mandato legítimo de Dilma Rousseff» era frenar las investigaciones sobre corrupción, afirmó el hasta hace pocas semanas ministro jefe de la Secretaría de Gobierno de Brasil, Ricardo Berzoini. Para Berzoini, uno de los principales aliados de la presidenta suspendida e importante dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), los partidos que impulsaron el juicio político con fines destituyentes contra Rousseff tan sólo querían frenar las investigaciones, que salpican a algunos de ellos.

«Su objetivo es frenar la investigación. El objetivo es ocultar debajo de la alfombra las corruptelas», afirmó Berzoini en un vídeo que Rousseff publicó en su cuenta en Twitter para mostrar su posición sobre el escándalo destapado este lunes en Brasil.

La grabación divulgada este lunes por el periódico Folha de São Paulo es de un diálogo entre Jucá, un político muy cercano al presidente interino de Brasil, Michel Temer, y uno de los investigados por desvíos en Petrobras, Sergio Machado, que hasta el año pasado ejerció como presidente de la Transpetro, una subsidiaria de la petrolera estatal. En la conversación, Jucá sugiere que el proceso para separar a Rousseff del poder y sustituirla por Temer puede conducir a un «pacto» entre políticos y la Corte Suprema para «delimitar» las investigaciones.

«El diálogo no deja dudas. Muestra a un pretendiente a ser ministro del golpe conversando con una persona que es investigada, y ellos traman para usar el impeachment (juicio político destituyente) como forma de frenar las investigaciones de los crímenes practicados», afirmó Berzoini. El exministro también exigió una profunda investigación del contenido de la conversación de Jucá así como la inmediata renuncia del ministro de Planificación y que se determine la relación de Temer con la trama sugerida en la grabación.

Los diálogos fueron mantenidos en marzo, antes de que la Cámara de Diputados diera luz verde para que el Senado abriera el juicio político contra Dilma Rousseff, lo que derivó en la suspensión de la presidenta y la asunción de Temer. Machado es uno de los investigados por su presunta participación en la trama ilegal en Petrobras, al igual que Jucá. Fue presidente de Transpetro entre el 2003 y el 2014, y, según dijo él mismo a la Policía Federal, fue indicado para el cargo por el PMDB.

Se lo investiga en uno de los procesos vinculados a la red de desvíos de fondos y pago de sobornos que operó en Petrobras, en el cual también se investiga a otro líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, el partido de Temer), el presidente del Senado, Renan Calheiros. Según Folha, Machado comenzó a contactar a líderes del PMDB porque temía que los procesos que enfrenta pasaran de la Corte Suprema, donde se tramitan debido a que era senador, a la primera instancia de la Justicia federal.

Concretamente, quería evitar que su caso cayera en manos del juez Sérgio Moro, quien lleva adelante los procesos de la Lava Jato. En uno de los audios, Machado le dice a Jucá que el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, tiene intenciones de derivar su caso al juez Moro con el fin de que se vea obligado a firmar un acuerdo de colaboración que lo forzaría a delatar a otros políticos. «Janot quiere agarrarlos a ustedes (políticos) y cree que yo soy el camino», dijo Machado, quien sostiene que la situación es «muy grave» y solicita a Jucá que el PMDB busque una forma de protegerlo.

«Estoy preocupado por mi y por ustedes. Tenemos que encontrar una salida», agregó. Si otros implicados en los fraudes firman acuerdos de colaboración con las autoridades, no quedará «piedra sobre piedra», advirtió. Jucá dijo al respecto que sería necesaria una respuesta política para evitar que el caso saliera del ámbito de la Suprema Corte. Para ello el Gobierno «debe cambiar», afirmó. «Hay que resolver eso. Hay que cambiar el Gobierno para estancar esa sangría», dijo Jucá, quien fue uno de los senadores más activos en favor del «impeachment» de Rousseff. «Creo que debemos articular una acción política» concluyó. «La solución más fácil es poner a Michel (Temer)», dice Machado, con la aprobación de Jucá.

«No es posible que un diálogo como ese no sea efectivamente investigado a fondo. Es un escándalo. Es una vergüenza. Es un producto de un Gobierno golpista», afirmó el también exministro de Comunicación y de Trabajo en los Gobiernos de Rousseff y de su antecesor y padrino político, Lula da Silva. Berzoini salió del Gobierno el mismo día en que Temer asumió interinamente la Presidencia por un plazo de 180 días, período en el que Rousseff será sometida a un juicio político en el Senado.

La gobernante será investigada por unas prácticas contables irregulares con las que maquilló el mal estado de las cuentas públicas pero sus partidarios aseguran que ese proceso no tiene sustento jurídico y que, por esa razón, no pasa de un «golpe».

Jucá, en una rueda de prensa, negó que haya intentado manipular la investigación sobre las corruptelas en Petrobras y dijo que no piensa renunciar al cargo. «No tengo nada que temer y no le debo nada a nadie», declaró Jucá, que admitió que el diálogo es real pero que fue sacado de contexto.