Matanza yihadista a las puertas de la base militar rusa en Siria

laura fernández palomo AMÁN / CORRESPONSAL

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SANA | REUTERS

El EI reivindica siete ataques en Latakia que dejaron 148 muertos

24 may 2016 . Actualizado a las 07:29 h.

El Estado Islámico (EI) intensifica su campaña de atentados al tiempo que aumenta la presión militar sobre los territorios que controla en Irak y Siria. Por primera vez golpeó las localidades costeras de Tartus y Jableh, bastiones del régimen de Damasco que hasta ahora se habían mantenido en relativa calma al margen de la violencia. Ayer, cuatro coches bombas y tres suicidas con cinturones explosivos provocaron en una serie de hasta siete ataques la muerte de al menos 148 personas y más de 200 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que asegura que la mayoría de las víctimas eran civiles.

Tartus y Jableh pertenecen a la provincia de Latakia y acogen la base marítima y el aeropuerto militar de Rusia, el principal aliado del régimen. Son además el principal feudo de la minoría alauí, secta a la que pertenece el clan del presidente Bachar el Asad. Los alauíes son considerados herejes por el EI y ya han sufrido otros macroatentados en ciudades como Homs. Pero esta es la primera vez que los seguidores del califa logran burlar las medidas de seguridad en una región en la que el grupo yihadista no tiene presencia.

La violenta jornada comenzó a las nueve de la mañana, hora local, cuando dos suicidas se hicieron estallar en una estación de autobuses de Tartus. Otro coche bomba explotaba poco después en las inmediaciones. Al menos, 48 personas murieron. «Es la primera vez que oímos explosiones en Tartus y que vemos muertos y cuerpos desmembrados», relataron residentes a la AFP. Apenas quince minutos después, a 60 kilómetros de la escena de terror, más explosiones sacudían otra estación de autobuses, una compañía de electricidad y dos hospitales de la ciudad de Jableh dejando el balance más alto, un centenar de personas. 

Ataques a desplazados

Tras los atentados, los vecinos increparon a desplazados de Alepo e Idlib, feudos opositores, y los acusaron de «simpatía con el terrorismo». La televisión siria había atribuido el atentado al grupo armado Ahrar Al Sham, formación de carácter islamista que participa del alto el fuego pese a que Moscú y Damasco lo consideran terrorista.

Pero fue el EI quien seguidamente reivindicó los ataques a través de una recién creada división en Siria denominada Provincia de Al Sahel. El EI también se atribuyó el doble ataque terrorista del lunes en el castigado Yemen que causó la muerte de 41 jóvenes reclutas. Irak también es testigo del ensañamiento. Solo en la capital ha matado a más de 200 ciudadanos en las dos primeras semanas de mayo. Este mismo lunes el Ejército iraquí anunció el lanzamiento de la ofensiva para recuperar Faluya de las garras de los yihadistas.

Con el retroceso que sufre en Irak, cada vez son más constantes las oleadas de atentados en la región. El domingo Abu Bakr al Bagdadi animó además a los acólitos a atacar en Occidente durante el mes de Ramadán, que comienza este junio.