Felipe González pone la mano en el fuego por la honradez de Chaves y Griñán

La Voz AGENCIAS

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El expresidente del Gobierno se muestra seguro de que «son inocentes de los delitos que les imputan y quedará demostrado»

02 jun 2016 . Actualizado a las 18:47 h.

El expresidente del Gobierno Felipe González ha asegurado que pone la mano en el fuego, desde el punto de vista de la «honradez personal», por los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán y se ha mostrado convencido de que se demostrará su inocencia. «Sin duda alguna», ha respondido González al ser preguntado por los periodistas, antes de asistir a una conferencia sobre Venezuela en la Casa de América.

Chaves y Griñán han sido procesados por un delito de prevaricación administrativa, al que el segundo de ellos suma el de malversación en el caso de los ERE.

«Desde el punto de vista de su honradez personal, sin duda alguna», ha respondido el exjefe del Ejecutivo al ser preguntado por si pondría la mano en el fuego por ambos expresidentes andaluces, y ha añadido que «incluiría a alguno más» como a la exconsejera andaluza de Economía y Hacienda y exministra Magdalena Álvarez. A «eso de la mano en el fuego que es una figura retórica de la que algunos se escapan digo 'sí'», ha recalcado González.

El expresidente del Gobierno ha añadido a continuación que cree que tanto Chaves como Griñán «son inocentes de los delitos que les imputan y que quedará demostrado».

Chaves y Griñán fueron ministros en los gabinetes de Felipe González, ambos al frente de la cartera de Trabajo, además de presidentes del PSOE.

El juez Álvaro Martín, titular del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, ha procesado por prevaricación administrativa a los expresidentes de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán y seis exconsejeros tras acabar la pieza «política» de los ERE sobre el procedimiento empleado por la Junta para pagar ayudas a empresas, en la que hay 26 investigados.

«En Venezuela puede haber un 'Caracazo'»

El expresidente advirtió desde Madrid que la situación que vive Venezuela puede derivar en «un caracazo». «Los límites de desabastecimiento son graves. Puede haber una implosión, puede haber un caracazo», dijo durante su intervención en el foro titulado «Venezuela: una reflexión sobre el presente» y celebrado en la Casa de América de la capital española.

Tras la referencia explícita a las protestas que hubo en 1989 en el país suramericano contra las medidas económicas del Gobierno de Carlos Andrés Pérez, el exmandatario socialista pidió «diálogo y reconciliación». «Tiene que darse en un tiempo muy limitado, es muy urgente», señaló.

González, que visitó Venezuela hace un año y que ha apoyado en varias ocasiones a los opositores encarcelados allí, comparó la situación que vive el país con la de otros «que están en guerra civil» y aseguró que existe allí «una crisis humanitaria, una socioeconómica, una institucional y otra de inseguridad».

Sobre las posibles soluciones, sugirió un posible «presidente de consenso, posiblemente fuera de las fronteras de Venezuela».

Junto a González, en el coloquio celebrado en Madrid participó el ministro de Asuntos Exteriores español en funciones, José Manuel García-Margallo, quien también alertó de un posible «conflicto violento» en Venezuela si no se soluciona la situación. «El país está en la frontera del caso», señaló.